Febrero, fecha clave

Iberia y Air Europa mantienen la fusión en el hangar... para eludir la vía judicial

Las dos aerolíneas negocian un acuerdo de mínimos alejado de su acuerdo de 2019. La indemnización de 75 millones evitará que Globalia pueda reclamar hasta 500 millones en los tribunales.

A principios de esta semana, Iberia planteaba a los sindicatos la posibilidad negociar un ERTE, si no se prorrogan los de fuerza mayor, que podría afectar a más de 4.000 trabajadores. Según se apuntaba desde la aerolínea, el ajuste se debe a causas organizativas y productivas por la baja demanda en el sector.
Aviones de Iberia en Barajas.
EFE

Diez días después de renunciar a la operación anunciada dos años atrás, Iberia y Air Europa siguen en su carrera contrarreloj por alcanzar un nuevo acuerdo alejado de la fusión inicial. Pese a ser un pacto de mínimos y con un carácter más cosmético que estratégico, en el sector no se da por hecho que pueda cerrarse con un apretón de manos el próximo mes de febrero. Lo que sí ha quedado sellado es la voluntad de la compañía de IAG de frenar cualquier intento de reclamo por parte de Globalia de los 500 millones del acuerdo reeditado este año (la mitad de lo anunciado en noviembre de 2019).

El adiós a una fusión está certificado, sobre todo después de que Bruselas haya publicado esta misma semana en su boletín oficial y de manera textual que IAG "informó a la Comisión de que retiraba su notificación y demostró que había renunciado a la concentración". Hasta entonces, Bruselas seguía sin estar convencida de los compromisos que Iberia había presentado para no tener una posición dominante tras la fusión, pese a que los había reforzado en octubre con una propuesta "mucho más generosa" que la inicial junto a Volotea y W2Fly.

No hay que olvidar que el anuncio definitivo se conocerá en 2022 -las compañías se han dado margen hasta final de enero- y vendrá condicionado por la voluntad del Gobierno y su papel tras haber rescatado a Air Europa a través de la SEPI. El Ejecutivo ha garantizado ya la continuidad de la aerolínea, a la que ha calificado de "estratégica", pero sigue sin ver clara la vía para sellar su supervivencia. 

Una de las opciones más comentadas es entrar en el capital de Air Europa, canjeando su préstamo participativo de 240 millones por acciones. Pero es una operación que también entraña dificultades. Una de ellas es la dilución de la familia Hidalgo, habida cuenta que el dinero que dejaría de ser deuda para ser capital representa la mitad del precio acordado por Air Europa. Otro es el efecto distorsionador en la competencia, ya que dejaría una compañía propiedad del Estado rivalizando con otras de capital privado.

¿Y qué hará Iberia? En función del movimiento del Ejecutivo, podría participar tomando una posición minoritaria de Air Europa, lo que no satisface en absoluto su voluntad inicial de adquirir el 100% de capital social. El precio de la transacción revelaría además qué precio le pone ahora a la compañía de Globalia. Por el lado positivo, la firma dirigida por Javier Sánchez-Prieto no estaría obligada a consolidar la millonaria deuda asumida por Air Europa tras la pandemia -más de 600 millones sumando las líneas ICO y la deuda a proveedores al dinero de la SEPI- ni tendría tampoco añadirla a los compromisos que su matriz IAG también ha adoptado con distintos acreedores desde marzo de 2020.

Nuevos compañeros de viaje

En las horas previas a la ruptura del acuerdo se habían barajado más alternativas a la simple entrada de la SEPI en el accionariado. Según las fuentes consultadas por La Información, una de ellas pasaba por una nueva inyección de dinero en Air Europa a cargo del Estado nuevamente a cambio de que la asumiera Iberia con su compra, pero, eso sí, extendiendo los vencimientos en el tiempo mucho más allá de lo que contempla el Real Decreto que dio luz al fondo de rescate a empresas estratégicas.

El objetivo principal, no obstante, ya se ha conseguido. Los 75 millones de indemnización evitan la vía judicial con la familia Hidalgo y sus deseos de reclamar allí los 500 millones de euros pactados en enero de este año. Los dueños de Globalia, representados por Miguel Ángel Sánchez en sus reuniones con Iberia, han visto como el reloj ha jugado en su contra desde el estallido de la pandemia hasta hoy. Los rebrotes y la aparición de nuevas variantes de la cepa de covid-19 junto al timing marcado por Bruselas ha coincidido con la devaluación del sector de la aviación comercial, fenómeno al que Air Europa tampoco ha escapado.

Roto el acuerdo, el escenario está muy abierto y las opciones son variadas. En Air Europa no se agarran necesariamente a que Iberia entre como accionista de la compañía, sino que contemplan que una suerte de caballero blanco pueda aportar más capital, dar más oxígeno a los 75 millones recibidos esta semana y sustituir la posición acreedora de la SEPI. 

Es una opción remota, pero voces cercanas al holding turístico recuerdan que Air Europa siempre ha sido una compañía atractiva en el sector y a la que nunca le han faltado noviosAir France ya rivalizó con Iberia en noviembre de 2019 y durante los años récord del turismo en España fue el gigante chino HNA, dueño de la hotelera NH, quien llamó a la puerta de Globalia, como reconoció el propio fundador Juan José Hidalgo.

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