Desde que se produjera el 'boom' de Ikea en los años 90, la compañía sueca ha ido expandiendo el negocio más allá de los muebles en sus grandes almacenes. Si uno fuese ahora mismo al más cercano, comprendería que el recorrido que hay que seguir para llegar hasta la salida está más que pensado: además de salas de dormitorios, salones o despachos, en todos sus centros hay que atravesar un jardín selvático, una cafetería, su famoso puesto de perritos e, incluso, un supermercado plagado de exquisiteces nórdicas. Pero, por si no fuese poco, ahora Ikea acaba de anunciar su primera línea textil, una colección de moda 'low-cost' que le servirá de experimento para saber si el formato tiene recorrido. Y, en última instancia, si podría disputarle mercado a grandes firmas como Primark.
Por eso, la elección de Japón como el punto inicial del desembarco de su nueva línea de moda no es casual. Asia es mercado en plena expansión para el negocio textil, como demuestra precisamente el espectacular crecimiento de AB Foods -la matriz de Primark- en el continente durante su primer semestre fiscal -entre octubre de 2019 y marzo de 2020-: fue la región que registró un mayor incremento de ventas (un 4,6%), solo por detrás de América (5%). Pero es que, además, Primark alcanzó en la zona de Asia-Pacífico una facturación de 1.281 millones de euros, el tercer mercado de la firma líder en el textil 'low-cost'.
De este modo, Ikea podría intentar aprovechar su tirón en Asia para adentrarse en un mercado en auge. De ahí también el carácter experimental del proyecto Efterträda -por cierto, que en sueco significa 'exitoso'-, que contará a partir del próximo 31 de julio con prendas como camisetas o sudaderas y con complementos que van desde bolsos a paraguas con el motivo principal de la campaña: el característico código de barras de Ikea, con su peculiar referencia numérica incorporada. Se trata de la primera vez que la compañía sueca se adentra en el mundo de la moda más allá de los muebles y los productos para el hogar.
Esta nueva línea textil saldrá primero en el centro de Ikea en Harajuku -uno de los barrios más icónicos de Tokio- durante solo una semana, aunque la compañía ya ha anunciado que "próximamente" se ampliará la oferta a otras tiendas e, incluso, podría estar disponible online. En cualquier caso, aunque se trata de un proyecto creado específicamente para Japón, podría llegar a Europa en los próximos meses aprovechando el carácter universal del motivo utilizado a modo de imagen o, incluso, a través de otras nuevas colecciones.
Ikea apuesta fuerte por su laboratorio de ideas
Este experimento que arrancará en Asia se trata de una jugada similar a la que ya realizó Ikea en España con las tiendas dedicadas a una única sección y con resultados dispares: hace unas semanas, el grupo anunciaba el cierre del establecimiento de la calle Serrano, en Madrid, negando que fuese consecuencia de unos malos resultados; al mismo tiempo, se integraba esa tienda en la de Goya, para "ofrecer en un mismo punto todo su surtido, respondiendo a las necesidades de sus clientes en estos primeros años de experiencia multicanal". Un ejemplo más de la capacidad de experimentación de la compañía sueca.
En este sentido, Ikea apuesta fuerte por su laboratorio de ideas: la inversión global en el modelo de tiendas urbanas como las de Goya o Serrano, alejado de las grandes superficies que otrora se abrieron en el extrarradio de las grandes ciudades, se eleva hasta los 150 millones de euros en todo el mundo, tal y como explica la compañía, que apunta que la idea de ampliar sus espacios urbanos se trasladará a una treintena de ciudades de todo el globo, incluidas Madrid o Barcelona. De hecho, en España la idea es que estas nuevas aperturas permitan generar en torno a unos 750 nuevos empleos directos.
El plan de inversión de la compañía incluye también la inversión en la mejora de instalaciones y servicios y el impulso de formatos ya existentes como los Ikea Diseña. Asimismo, la compañía ha informado de que ya está destinando parte de sus recursos a incrementar la capacidad logística de las tiendas para adaptarlas a una "nueva realidad, que requiere agilidad y una mayor capilaridad que asegure la entrega en una mayor red de puntos de recogida, con un impacto positivo en el medioambiente". Entre los objetivos más a corto plazo de Ikea, se encuentran el ser "más accesibles y asequibles".
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