Ikea se vuelve más 'urbanita': estudia su tercera tienda en Madrid sólo de cocinas

  • El consejero delegado de la multinacional Jesper Brodin reconoce que la transformación digital pasará factura a la rentabilidad a corto plazo.
El consejero delegado de Ikea, Jesper Brodin.
El consejero delegado de Ikea, Jesper Brodin.
José González

Ikea está en plena fase de transformación. El grupo sueco aspira a dejar de ser percibido sólo como el gran gigante de la distribución de muebles a bajo coste (gracias al automontaje de sus clientes), con megatiendas en las afueras de las grandes ciudades. Busca ser más aspiracional, a convertirse en una firma más enfocada en la decoración y ser un actor principal del comercio online. Y, en ese proceso, Madrid es una de las ciudades donde está dibujando esa reconversión.

En la capital ya cuenta con dos tiendas urbanas: una centrada en dormitorios, en la calle Serrano; y otra, en salones y comedores, en Goya. Y podría haber una tercera, según reconoció este martes el consejero delegado de la multinacional Jesper Brodin, en una entrevista con La Información. "Quizás en el futuro también probemos aquí el concepto de cocinas", indicó el directivo sueco.

No habla de tiendas definitivas, sino de 'test', ya que Ikea está analizando cuáles son las preferencias de los clientes y sus modelos de compra en locales donde los surtidos son limitados. Su idea es llegar a clientes más urbanos que, por falta de tiempo, no se desplazan a las megatiendas de los alrededores de la capital. "En algunas ciudades estamos 'testando' todos los conceptos juntos [cocina, dormitorios y salones] pero es difícil hacerlo en locales pequeños. Estamos probando y aprendiendo".

Brodin reconoce que los gustos de los clientes de Ikea no difieren mucho de un país a otro y que, en la mayoría, el nexo común es la "percepción de falta de tiempo". Hay diferencias en los modelos de casa o en las costumbres. Por ejemplo, en España, se prefieren sofás con respaldos más altos que en el norte de Europa.

Más allá de las preferencias, la transformación de Ikea se centra en el salto digital. En España, por ejemplo, la red supone el 5,2% de sus ingresos durante el último año (le aportó casi 75 de los 1.497 millones que facturó en el año fiscal 2018), mientras en otros mercados, como el Reino Unido, llega a ser el 16%. "Hemos pasado del concepto 'hazlo tú mismo' a otro de servicio, de entrega a domicilio, y, al principio, cometimos muchos errores", reconoce Jesper Brodin.

El objetivo actual es convertir las megatiendas de Ikea en centros de distribución. Es decir, la empresa sueca no sólo enviará las compras online desde los centros logísticos -en España, desde Barcelona-, sino que también preparará los pedidos en los establecimientos, lo que reducirá los tiempos de envío. "Lo que estamos haciendo es transformar parte de los almacenes de las tiendas, donde los clientes hasta ahora recogían los productos ellos mismos", resume.

Investigación sobre sus impuestos

El CEO de Ikea también asume que la Comisión Europea está investigando al grupo por su estructura fiscal. Eso sí, se desmarca, porque no afecta a Ingka Group, la principal para de negocio del gigante sueco que encabeza y que concentra el 90% de los ingresos del grupo. Una investigación, que atribuye a Inter Ikea, y que habría permitido a la compañía beneficiarse de estructuras societarias en Holanda con las que rebajar su carga fiscal.

Brodin, en cambio, reclama que se unifique el marco fiscal en la Unión Europea. "Haría nuestra vida más fácil". Incluidas las grandes tecnológicas, como Amazon. "Me gusta competir con ellos, pero tiene que ser en los mismos términos". 

En cuanto a cómo van su negocio en España, que ha pisado el freno en cuanto a su crecimiento (ha pasado de crecer un 5,8% a un 2,1%), reconoce que tiene que ver con la transformación digital. "Veremos cómo salen los números, pero soy optimista, hemos hecho una fuerte inversión", resume. 

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