Solicitud rechazada

Ilsa pide a Adif una revisión del acuerdo marco para rebajar sus compromisos

El gestor ferroviario desestima la petición del operador privado porque entiende que le daría una ventaja competitiva respecto al resto de operadores de alta velocidad que pujaron en la liberalización.

El director general de Ilsa, Víctor Bañares (i), y el nuevo CEO de ILSA,
El director general de Ilsa, Víctor Bañares (i), y el nuevo CEO de ILSA, Simone Gorini.
Europa Press

La liberalización del sistema ferroviario en España quedó sellada en 2020, pero el cambio en la movilidad que produjo el coronavirus ese mismo año está trastocando los planes iniciales y llevando a las compañías privadas que rompieron el monopolio de Renfe a cambiar sus planteamientos. Ilsa, la entidad privada participada por Air Nostrum y Trenitalia, quiere modificar el acuerdo marco y así se lo ha trasladado a la división de alta velocidad del gestor ferroviario Adif. Estos cambios, según ha podido saber La Información, girarían en torno a la operativa de la compañía en España y a la capacidad por la que pujó -y venció- frente a otros competidores. 

Ilsa -ahora Iryo como marca comercial- fue uno de los dos operadores competidores de Renfe seleccionados para entrar en la liberalización española de la alta velocidad. Con un capital repartido casi a partes iguales entre accionistas de la aerolínea Air Nostrum (45%) y Trenitalia (55%), la compañía se marcó como objetivo empezar a operar primero el corredor Madrid-Barcelona y más tarde otros menos importantes como el Madrid-Valencia (también a Alicante) o Sevilla. En alguna de estas plazas ya opera en fase de prueba incluso antes que el otro gran rival de Renfe, Ouigo (SNCF).

Ilsa ha conseguido modificar el acuerdo marco en el aspecto temporal relativo a su puesta a punto. Su presidente, Carlos Bertomeu, fijó la fecha definitiva hace apenas un mes y habló de noviembre como mes de arranque. No obstante, el acuerdo marco con Adif indicaba que el inicio de sus operaciones se habría tenido que llevar a cabo en la primera mitad de este año. Este cambio estuvo muy influenciado por la pandemia, que modificó el calendario de fabricación y entrega de los trenes Frecciarossa, del canadiense Bombardier, que utiliza la compañía ítalo-española.

Del lado de las peticiones denegadas, Ilsa habría solicitado aspectos relacionados con la reducción de tráficos en ciertas rutas o la introducción de nuevos tráficos en otras. El impacto de la covid-19, no obstante, está siendo tan significativa que Adif sigue dispuesta a negociar la revisión de otros términos del acuerdo marco. Adif, que ha asegurado su posición en informes técnicos internos y de terceros, se mantiene firme en esta negativa porque, en el caso de ceder, abriría la puerta a reclamaciones no solo de Renfe y Ouigo, sino de los competidores de Ilsa que pujaron por su lote de la liberalización

Ilsa firmó en 2020 hacerse con el denominado paquete B de la liberalización -el único al que se presentó-, al ofrecerse a operar el 70% de su capacidad (el paquete A fue para Renfe y el C para Ouigo). Por detrás de Ilsa quedaron el fabricante de trenes Talgo, el gigante de las infraestructuras Globalvia, la andaluza Ecorail y también Ouigo. Estos cuatro candidatos pujaron por el 43%, 12%, 65% y 54% de la capacidad, respectivamente. Desde esa decisión, Ecorail manifestó en distintas ocasiones su voluntad de operar el 30% de capacidad restante de este lote, sin que de momento haya podido llegar a un acuerdo.

Más quejas 

La decisión de Adif Alta Velocidad se ha trasladado a la Dirección del Sector Postal y de Transporte de la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia (CNMC) que dirige Patricia Cordovilla. El regulador actúa como árbitro en el escenario de la liberalización y ya ha tenido que pronunciarse sobre otros efectos que ha producido la entrada de competencia en el mercado ferroviario. Uno de sus últimos dictámenes giraba en torno a la fuga de maquinistas que estaban viviendo determinadas compañías. Sobre la reclamación de Ilsa, Competencia todavía no se ha pronunciado, aunque sí ha dejado constancia de este asunto por resolver en las diferentes reuniones que mantienen las áreas del organismo presidido por Cani Fernández.

Las de Ilsa no son las únicas demandas que un operador ha trasladado al gestor de la red y al organismo regulador. Ouigo ha activado en los últimos meses su presión para rebajar los costes operativos por circular por las vías de tren españolas. La filial española del grupo francés quiere una reducción de los cánones ferroviarios, las tasas que estas compañías pagan a Adif, del mismo modo que lo hacen las aerolíneas a Aena por usar los aeropuertos españoles. Hélène Valenzuela, su consejera delegada, ha afirmado recientemente que estos altos compromisos ponen en riesgo sus objetivos y pueden llegar a ser contraproducentes frente al plan de estimular la demanda de viajeros.

Mostrar comentarios