Se aplazó a última hora 

Ilsa y Trenitalia exploran una demanda contra Adif por cancelar la firma del AVE

  • La alianza entre Air Nostrum y la empresa pública italiana contempla un recurso mientras que SNCF, el otro rival de Renfe, quiere firmar cuanto antes
Un ETR 1000, uno de los AVE de Trenitalia, en julio de 2019.
Un ETR 1000, uno de los AVE de Trenitalia, en julio de 2019.
harry_nl (CC via Flickr)

La crisis salvaje del coronavirus está tapando otra gran polémica estos días en el sector ferroviario: Adif decidió a última hora del pasado domingo 12 de abril aplazar la firma prevista al día siguiente de los acuerdos-marco con Renfe, Rielsfera (SNCF) e Ilsa (Air Nostrum y Trenitalia) para entrar en el AVE español. El gestor ferroviario tomó la decisión al entender que la resolución adoptada el 7 de abril por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) discrimina a Renfe, al establecer una duración contractual de 10 años con Rielsfera e Ilsa y de solo cinco con el operador español

Así, mientras la situación se aclara -Renfe ha presentado alegaciones ante Competencia-, los rivales de Renfe se mueven: de acuerdo con fuentes del sector, Ilsa, la alianza entre la aerolínea Air Nostrum y el operador público italiano Trenitalia, explora presentar un recurso contra la decisión del Adif de posponer sine die la firma de los acuerdos marco de servicios para la liberalización del AVE. "No vamos a hacer comentarios al respecto", contestan en Ilsa a la pregunta de si el consorcio piensa interponer una demanda. 

Sobre el papel, Rielsfera-SNCF, controlada al 100% por el Gobierno de Francia, tiene que empezar la operación el próximo 14 de diciembre. E Ilsa, la alianza entre la aerolínea Air Nostrum y el operador público italiano Trenitalia, lo hará a principios de 2022. El martes 7 de abril el regulador CNMC rebajó el contrato de Renfe de 10 a cinco años al entender que la empresa pública tiene una imagen de marca y una red comercial "consolidada" y que afronta menos riesgos que sus competidores. Cinco días después a horas de la cita para firmar los contratos Adif suspendió el acto hasta que el superregulador responda a las alegaciones de Renfe.

La indignación también alcanza a la SNCF. "Confiamos en poder firmar con Adif lo más rápido posible", declaran desde la filial del operador francés. Rielsfera no contempla "de momento" tomar alguna medida legal, según sus portavoces. "No hay impedimento jurídico o administrativo alguno para no firmar el acuerdo marco". Según la resolución de CNMC, SNCF invertirá 700 millones de euros para competir con el AVE a bordo de 10 trenes.

Más problemas identificó en su resolución Competencia con Ilsa, especialmente con el plan económico financiero. Según la CNMC dicho plan "se sujeta necesariamente en la participación final de Trenitalia en el accionariado". Sin embargo, advierte el regulador, "si finalmente no fuese efectiva dicha participación, el plan económico financiero de Ilsa quedaría gravemente comprometido hasta el punto de no considerar coherente el Plan de Negocio".

Ilsa invertirá en principio 200 millones de euros en la alta velocidad y utilizará 23 trenes para ello. El consorcio se ha comprometido a garantizar ante Adif "el inicio de sus operaciones a principios de 2022 aportando una carta de compromiso del fabricante [Trenitalia] y un acuerdo para el arrendamiento de trenes". La excepcional situación actual marcada por las medidas para contener la pandemia y el temor al escenario económico post-Covid-19 llevan a los rivales de Renfe a querer acelerar la firma de los acuerdos cuanto antes. De hecho, en Italia se habla de la fusión de Trenitalia y Alitalia, la aerolínea estatal italiana que va a precisar de un rescate público para seguir operando tras la crisis del coronavirus. 

En Adif reconocen que quizás las formas -domingo por la noche, víspera de la firma a tres bandas- no fueron las adecuadas y que esperan resolver el asunto en "días". Si Ilsa finalmente recurre, una de las opciones que se manejan es que la cuestión se dirima judicialmente en la Audiencia Nacional. Los acuerdos establecen que las rivales de Renfe (a la que se adjudica un 65% de la capacidad) podrán operar las líneas Madrid-Barcelona, Madrid-Andalucía y Madrid-Levante.

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