Deuda de 23,5 millones de euros

Imaginarium dejará de cotizar en bolsa y enfila el concurso de acreedores

La empresa juguetera reconoce que no puede asumir los gastos que implica seguir cotizando en el mercado en un momento tan delicado para su viabilidad.

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La compañía lleva sopesando desde el inicio de la pandemia la posibilidad del concurso

Imaginarium se prepara para pasar sus últimas navidades en bolsa. El consejo de administración de la cadena de jugueterías propondrá a sus accionistas abandonar la cotización en el BME Growth. Esta propuesta, que será sometida a votación en la junta ordinaria convocada para mediados del próximo enero, es la última consecuencia de las decisiones drásticas que ha tenido que tomar el equipo de gestión para evitar verse arrastrados por la situación patrimonial generada por la caída de negocio durante la pandemia.

 Según ha trasladado la compañía en un documento para inversores, esta decisión viene determinada por dos factores. Uno es la delicada situación económica, que le aboca a solicitar el concurso voluntario de acreedores en el muy corto plazo. Se trata de una posibilidad que se lleva valorando desde el principio de la pandemia. Pero aunque la intención era hacerlo con una posición financiera lo más estabilizada posible, para facilitar un acuerdo de refinanciación con los acreedores, el consejo teme que su entrada en concurso se hará en una situación muy débil por falta de efectivo disponible.

El otro factor que pesa para abandonar la bolsa tiene que ver con la operación acordeón ejecutada hace unos meses con el fin de absorber las pérdidas acumuladas, que sólo durante el ejercicio fiscal 2020-2021 ascendieron a 13,2 millones de euros, situando la deuda neta en los 23,5 millones. Como resultado de esta amortización, adoptada como un paso previo para restituir fondos, el capital social resultante se quedó en la pequeña suma de poco más de 100.00 euros y en manos de diez accionistas.

No obstante, la realidad es que Federico Carrillo Zurcher, presidente de Imaginarium, controla el 99.82% de los títulos como accionista mayoritario, por lo que la decisión de salir del mercado recae prácticamente sobre su voto. Zurcher asumió el reto de reflotar la juguetería aragonesa en 2018. Cuatro años después de tomar las riendas y tras invertir más de 20 millones de euros junto a otros inversores, considera que no resulta operativo mantener la cotización en bolsa. Situación que genera además unos gastos que no puede afrontar en un momento muy delicado "para su sobrevivencia como empresa en marcha".

Estas acciones se enmarcan dentro del profundo plan de reestructuración iniciado en la segunda mitad de 2020, y que ha supuesto la tramitación de dos ERE que afectaron a más de 200 empleados, así como el cierre de la mayoría de tiendas físicas. Todo con el objetivo de reorientar su negocio de ventas y logístico a los canales digitales. Así, durante el último año Imaginarium ha pasado de tener 80 tiendas propias y diez tiendas franquicias en el mes de diciembre del 2020, a operar con apenas 16 establecimientos físicos. Asimismo, la fuerza laboral de su sede central se ha reducido de 60 a 14 personas.

El consejo capitaneado por Zurcher confía en que la adopción de estas acciones permitan devolver a la compañía a la senda de la rentabilidad en el futuro. De esta forma, para 2023 prevé alcanzar una facturación de 3,2 millones de euros, cifra que supondría la mitad de los ingresos declarados en 2019. De acuerdo con el plan financiero trazado, ese ejercicio alcanzaría un Ebitda positivo.

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