¿Se puede reclamar el impuesto antes de 2014? Según los colectivos de usuarios, sí

  • Facua considera que se trata de una cláusula abusiva y Adicae cree que se trata de un "defecto de reglamento". 
Firma de documentos, hipoteca,
Firma de documentos, hipoteca,
JUNTA DE ANDALUCÍA - Archivo

[Actualización: El Supremo da marcha atrás y paraliza la aplicación de la sentencia de hipotecas]

El Tribunal Supremo ha dado un respiro a todos aquellos que hayan firmado una hipoteca para la compra de vivienda en los últimos cuatro años. Este grupo de clientes podrá reclamar el cobro del impuesto sobre Actos Jurídicos Documentados (AJD) que pagaron al formalizar la compra de su piso. Pero ¿y los que firmaron antes de 2014? ¿Podrán reclamar el pago de este impuesto?

Las asociaciones de consumidores dicen que sí. "Nosotros entendemos que se trata de una cláusula abusiva y por tanto se puede reclamar", destaca Rubén Sánchez, portavoz de Facua. Desde esta asociación de consumidores destacan que lo que queda por saber es la forma en la que se hará la devolución

La primera opción sería que el cliente reclamase a la Hacienda Pública y esta, a su vez, se lo pidiese al banco. En cambio, si la reclamación "se va más allá de cuatro años, se iría directamente contra el banco", señala Sánchez. El portavoz de Facua afirma que esta decisión del Supremo no hace más que confirmar las sentencias previas de juzgados de Primera Instancia y Provinciales. 

Facua no es la única asociación de consumidores que apuesta por reclamar el impuesto de Actos Jurídicos Documentales de hipotecas firmadas antes de 2014. Adicae también cree que se trata de "un defecto de reglamento" que permite la reclamación de este dinero. "Se trata de una gran noticia que se ponga coto a este abuso bancario y que se clarifique la realidad", señala esta entidad en un comunicado. 

Además, esta organización ha calculado que entre seis y ocho millones de usuarios han pagado de forma indebida este impuesto.  Es desde luego una gran victoria de los derechos de los consumidores y evita que los bancos sigan haciendo de su capa un sayo los bolsillos de entre seis y ocho millones de hipotecados.

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