Inditex ha despedido el ejercicio fiscal 2021 con un beneficio neto de 3.243 millones de euros, un 193% superior al registrado en el peor año de la pandemia, pero se ha quedado a las puertas de batir el resultado récord que obtuvo en 2019, antes de que estallase la crisis de la Covid-19. Entonces, sus ganancias netas ascendieron a 3.639 millones de euros. La textil gallega cerró su último ejercicio fiscal (entre el 1 de febrero de 2021 y el 31 de enero de 2022) con unas ventas netas de 27.716 millones de euros, un 36% por encima de las registradas un año antes. La venta online se disparó un 14% para alcanzar los 7.500 millones, por lo que ya supone un 25,5% de su facturación total.
La propietaria de marcas como Zara, Massimo Dutti, Bershka y Oysho elevó un 37% las ventas a tipo de cambio constante en relación al ejercicio previo y un 3% en relación a 2019. La cifra de ventas se obtuvo con menos establecimientos operativos, "lo que demuestra que el programa de optimización de tiendas ha sido un éxito", apunta la firma en el comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
El margen bruto (la diferencia entre lo que la empresa ha vendido y lo que le ha costado producirlo) ascendió a 15.814 millones de euros el pasado ejercicio, lo que supone un alza del 39% en términos interanuales. Esta variable, clave para mostrar el desempeño del negocio, representa el 57,1% de las ventas, en lo que supone el nivel más alto de los últimos 6 años. La textil prevé que para 2024 supongan el 30% del total. La posición financiera neta alcanza un máximo histórico de 9.359 millones de euros, tras haberse elevado un 24% en el ejercicio.
En la nota remitida al regulador el todavía presidente, Pablo Isla, destaca cómo tras dos años de pandemia estos resultados demuestran la "gran capacidad de adaptación a cualquier circunstancia que caracteriza a todas las personas que integran esta compañía a través del compromiso y del talento". Por su parte, el consejero delegado, Óscar García Maceiras, hace hincapié en que "el liderazgo demostrado por la compañía en la transformación digital de los últimos años sitúa a la firma en una posición inmejorable de cara al futuro para ofrecer la mejor experiencia en nuestra propuesta de moda de calidad y sostenible".
El consejo de administración ha propuesto aumentar el dividendo con cargo al ejercicio 2021 un 33%, hasta los 0,93 euros por acción. Además, ha propuesto abonar a los accionistas un dividendo extraordinario de 0,40 euros por acción para el ejercicio fiscal 2022. En su cuarto trimestre fiscal, Inditex registró un impacto único por la variante ómicron del virus de 400 millones de euros, debido a la disminución del tráfico en las tiendas, a las restricciones que volvieron a establecerse en la mayoría de los mercados donde opera y al cierre en varios de ellos.
Las cuentas no reflejan aún el cierre temporal en Rusia
En lo que respecta al inicio del primer trimestre de 2022, la compañía ha señalado que la venta en tienda y 'online' entre el 1 de febrero y el 13 de marzo se incrementó un 33% frente al mismo periodo del 2021 y un 21% frente a los máximos históricos pre-Covid de 2019. En este período, las ventas de la Federación Rusa y Ucrania representaron aproximadamente 5 puntos porcentuales del crecimiento de las ventas.
Estas cuentas no reflejan aún el impacto del cierre temporal de sus 502 tiendas en Rusia y de su venta online en el país. Una decisión que Inditex anunció el pasado 5 de marzo y con la que la firma se suma a otras grandes compañías del sector (H&M; Tendam, dueña de Cortefiel y Woman Secret; Asos y Mango) que han cesado su actividad como respuesta a la invasión de Ucrania por parte de Rusia y a las sanciones que se han impuesto al gobierno de Vladimir Putin a nivel internacional. Rusia es el segundo mercado más importante para la empresa del Ibex 35, por detrás de España, con un EBIT del 8,5%. En el último año la compañía ha abierto un total de 226 tiendas en cuarenta mercados.
La textil gallega escenifica este miércoles -en una rueda de prensa que tendrá lugar a las 11:00 horas en la sede de la compañía en Arteixo, Coruña, y que será la última en la que intervenga Isla- el traspaso de poderes en su cúpula, que se producirá de facto el próximo 1 de abril. Entonces, Pablo Isla abandonará la presidencia ejecutiva de la textil gallega después de 16 años al frente de la compañía. Un periodo en el que ha logrado multiplicar por seis las ganancias de la multinacional. Y entonces, Marta Ortega, hija del fundador Amancio Ortega, asumirá la presidencia no ejecutiva y García Maceiras, que ya es consejero delegado desde el pasado 31 de noviembre, tomará las riendas ejecutivas de la misma.
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