'Headhunter' ya contratado

Indra necesita diez de 14 votos del consejo para designar al nuevo consejero delegado

La compañía tecnológica afronta esta elección clave sin el voto dirimente de Marc Murtra y con un consejo con la mayoría de independientes recién aterrizados. Espera tenerlo antes de junio.

Indra afronta un aluvión de procesos electorales y de contratos en las comunidades.
Indra afronta un aluvión de procesos electorales y de contratos en las comunidades.
Agencia EFE

Una votación muy relevante que va a requerir de una mayoría legal reforzada del consejo de administración. Indra necesitará diez de los 14 votos del máximo órgano de decisión para sacar adelante la designación del nuevo consejero delegado, que sucederá a Ignacio Mataix. La compañía afronta la elección clave sin el voto dirimente de Marc Murtra, presidente no ejecutivo, que fue retirado en la última junta general, y con hasta cuatro independientes recién aterrizados en el cargo. El objetivo de la empresa es tener listo el nombramiento antes del próximo mes de junio en junta general.

Los estatutos de Indra, que fueron retocados en octubre de 2022 en el marco de la asamblea extraordinaria para recomponer el consejo, son claros en cuanto a cómo deben ejecutarse los nombramientos. Para los de los consejeros delegados o para aprobar los contratos de los consejeros con funciones ejecutivas, el acuerdo debe contar “con el voto favorable de la mayoría reforzada que al efecto determine la normativa vigente”. Según la Ley de Sociedades de Capital, se trataría de dos tercios de los sillones que forman parte del órgano. En este caso, hay un total de 14 puestos ocupados -tras la llegada del tercero de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales-, por lo que serán necesarios diez votos a favor.

En esos diez votos a favor se incluyen el del actual consejero delegado, Ignacio Mataix, que pactó con la compañía su salida el pasado mes de marzo -aunque se mantendrá dos años más con un acuerdo como asesor externo-. También el de Marc Murtra, aunque éste no valdrá para desempatar. Hay que tener en cuenta que en la anterior junta extraordinaria, la empresa decidió optar por una solución que a la postre fue un gesto ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Ese puesto pierde el poder dirimente, para que así hubiera una igualdad teórica de los independientes frente a los consejeros ejecutivos, dominicales y ‘otros externos’.

Los cuatro dominicales son los tres de la Sepi, con la última incorporación de Moscoso, y el del proveedor vasco de defensa Sapa, Jokin Aperribay. Entre los independientes, hay cuatro que están recién llegados. Hay que recordar que la configuración de estos nuevos representantes de los accionistas minoritarios aterrizaron el pasado mes de octubre tras un proceso de selección dirigido por Ignacio Martín, antiguo ‘jefe’ de los independientes que dimitió tras el proceso. Así se enfrentan a esta designación como ‘novatos’ Axel Arendt, Coloma Armero, Olga San Jacinto y Bernardo Villazán.

No tiene sillón en el consejo, pero la sombra de Joseph Oughourlian sigue siendo muy alargada. El inversor de origen armenio fundador y primer ejecutivo del fondo de inversión Amber Capital frenó las compras de acciones el pasado otoño, después de que planteara su intención de alcanzar o superar el 8% para solicitar su lugar y tener voz y voto. Optó por pararlas después de que, como avanzó La Información, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, le reclamara una cierta tregua en la cúpula de la compañía. Hoy por hoy supera el 5%. Ese porcentaje es suficiente para que Sapa tenga su lugar. El inversor, que acumula plusvalías en sus acciones (después de comprar el grueso de los títulos a un precio en el entorno de los 10 euros), ha exigido una gestión más agresiva, con la escisión de Minsait, la división tecnológica, en su punto de mira.

Cuenta atrás

Uno de esos catorce votos será el de Luis Abril, el actual consejero ejecutivo y director general del área ‘tech’. El directivo, hijo de Luis Abril Pérez, antiguo alto ejecutivo de compañías como BBVA o Telefónica, trató de hacerse fuerte como potencial sucesor pese a que su perfil está más orientado a la digitalización. También se han apuntado a otros perfiles más centrados en defensa -área clave para la compañía-. Para coordinar todo el proceso se ha contratado a la consultora especializada Egon Zehnder.

La Sepi (y el Gobierno de Pedro Sánchez) buscan un perfil muy vinculado al área de defensa o, al menos, con experiencia en ella. El que aterrice tendrá sobre la mesa dos patatas calientes que, previsiblemente, se dilucidarán más adelante. Una de ellas es la entrada en el accionariado del fabricante vasco ITP Aero. Se intentó en su momento, pero desde la compañía -con Mataix a la cabeza- se resistieron al entender que sólo cabía una opción: la compra de posición mayoritaria. La otra es la escisión de Minsait a través de un 'spin off'.

Mientras estos movimientos se producen en el seno del órgano de gobierno, la CNMV asegura estar monitorizando todo el proceso de sucesión después de asegurar que existió coordinación entre Sapa, Sepi y Amber Capital para la sacudida en la junta de junio pero que no hay pruebas de que existiera concertación. El presidente del órgano, Rodrigo Buenaventura, admitió en su comparecencia en el Congreso de los Diputados que, al igual que sucede con otras decisiones relevantes de la compañía, monitoriza de cerca este movimiento y se analizó documentación.

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