Indra prepara las maletas para levantar su Campus en Barajas de la mano de Aena

  • El grupo tecnológico es el segundo tras Enaire que firma con el gestor aeroportuario un protocolo para reservar plaza en los aledaños de la T4
Sede de Indra
Sede de Indra
INDRA - Archivo

El grupo de tecnología de la información Indra se ha convertido en la primera sociedad cotizada del Ibex que pide reserva de plaza en el futuro Plan Inmobiliario del Aeropuerto de Madrid-Barajas. El presidente de la compañía, Fernando Abril Martorell, ha suscrito un protocolo de acuerdo, ‘head of terms’ en su acepción original en inglés, con su colega de Aena, Maurici Lucena, con vistas a trasladar a la zona próxima a la Terminal 4 lo que ya se denomina el nuevo Campus de Indra, unas instalaciones en las que se agruparán las múltiples oficinas y centros de producción que la corporación multinacional tiene dispersos por toda la Comunidad de Madrid.

El documento firmado por los máximos ejecutivos de ambas entidades está fundamentado en la elaboración del proyecto urbanístico que está llevando a cabo Aena con el fin de potenciar en dichas instalaciones las actividades logísticas y la carga aérea y aeronáutica, además de crear nuevas áreas de servicio al pasajero, instalaciones hoteleras, parques de oficinas de última generación y centros de negocio. El acuerdo entre Aena e Indra formaliza la colaboración entre las dos entidades para propiciar la futura ubicación del nuevo Campus de Indra cuyas necesidades y requerimientos específicos deberán ser definidos en su momento por la propia empresa.

La compañía de Defensa y Soluciones Tecnológicas tiene ahora su cuartel general en el parque empresarial de Alcobendas, dirección a la que trasladó en el año 2002 buena parte de sus oficinas distribuidas por la capital. Sin embargo, Indra dispone todavía a día de hoy de múltiples centros de trabajo en distintas zonas de la Comunidad de Madrid, entre los que destacan las fábricas ubicadas en San Fernando de Henares, Torrejón de Ardoz y Aranjuez, todos ellos centros de producción de las antiguas empresas públicas de Inisel y de la privada Ceselsa que en 1993 dieron lugar a la actual Indra. La compañía tiene al Estado como su principal accionista a través de la SEPI, que controla un 18% del capital.

La próxima llegada de Indra a Barajas supone un espaldarazo definitivo en la planificación de Aena, que hasta ahora sólo contaba con el compromiso formal de su propio accionista Enaire en calidad de futuro inquilino de la zona próxima a la T4 de Barajas. La empresa encargada de la navegación aérea y dependiente del Ministerio de Fomento participará en el diseño y construcción de su futura sede, que ocupará una superficie de 35.000 metros cuadrados, incluyendo tanto el campus corporativo como las nuevas instalaciones destinadas a innovación y desarrollo. En la actualidad, Enaire trabaja en régimen de alquiler en dos edificios ubicados en la carretera de Bacelona A-2.

El acuerdo equivalente firmado con Abril Martorell puede actuar como una especie de ‘efecto llamada’ para que otros potenciales interesados oficialicen en los próximos meses su entrada en el que está considerado como el más importante desarrollo inmobiliario de toda España. Entre las empresas que forman parte de la lista de espera de Aena y que de una forma u otra han expresado su intención de mudanza destacan principalmente Iberia y Air Europa, las dos aerolíneas españolas que ya disponen en el aeropuerto madrileño de sus respectivos centros de conexiones de vuelos internacionales. Actualmente Iberia tiene sus oficinas y hangares en un polígono industrial de La Muñoza, muy cerca de Barajas, mientras que Globalia, matriz de Air Europa, dispone de su sede central en Pozuelo de Alarcón.

Traslados para el año 2022

Aena tiene previsto definir antes de finales de año la hoja de ruta definitiva de todo su plan inmobiliario de Barajas y El Prat, que incluirá las inversiones requeridas que se estiman en torno a los 3.000 millones de euros. El proyecto, que podría ampliarse a los aeropuertos de Mallorca, Málaga, Valencia y Sevilla, establecerá también la aportación de valor que puede representar para el grupo que controla la red de aeropuertos del Estado. Cabe señalar que el programa diseñado en su conjunto contiene desarrollos a muy largo plazo, si bien la planificación de Aena establece que las primeras empresas puedan mudarse al futuro parque empresarial de Barajas a lo largo del año 2022.

Aunque el propio presidente de la compañía, Maurici Lucena, ha reconocido que el proyecto puede registrar ajustes en los términos efectivos de las licitaciones finales, los datos técnicos que se manejan en lo que concierne al Aeropuerto de Madrid-Barajas comprenden la comercialización de un total de 920 hectáreas brutas, de las que 806 corresponden a suelo disponible y 114 son parcelas ya ocupadas. De los suelos disponibles 562 son hectáreas desarrollables, que se reparten en 396 hectáreas de parcelas edificables, 127 de zonas verdes y 39 no ocupables. En todo caso, y para hacerse una idea comparativa, baste con señalar que sólo el plan inmobiliario de Barajas es cuatro veces mayor en superficie que todo el proyecto Madrid Nuevo-Norte como se denomina ahora a la antigua Operación Chamartín.

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