Indra recupera el dividendo... siete años después. La compañía tecnológica con capital público ha anunciado que retomará la retribución al accionista a mediados del próximo año, con un desembolso total de unos 26 millones de euros, es decir un total de 0,15 euros por acción y en efectivo. Lo hace después de que durante los nueve primeros meses del año haya disparado los beneficios un 77% por encima del mismo periodo del año previo a la pandemia del coronavirus.
En concreto, entre enero y septiembre la empresa ha registrado unas ganancias netas de 115 millones, lo que supone un 77% por encima del año 2019 y que contrasta con las pérdidas de 2020. Los ingresos crecieron un 9,7% respecto al mismo periodo de 2020. En el tercer trimestre, la subida es ligeramente superior (11,4%) con una facturación de 745 millones de euros.
Desde los sindicatos advertían en este último año que las medidas que se estaban ejecutando de ahorro de costes iban destinadas a hacer mucho más atractiva la foto económica de la compañía en la recta final del año. Especialmente la venta de activos físicos como la reciente enajenación de las instalaciones de San Fernando de Henares (Madrid) que han generado unas plusvalías de 17 millones de euros.
A estas ventas hay que sumar los dos ajustes de personal que se vivieron en sus dos principales filiales. En el caso de Defensa se sustituyó el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) por un paquete de 135 prejubilaciones y 85 bajas incentivadas. En Minsait, la división tecnológica, se ejecutaron un total de 220 prejubilaciones y 360 despidos.
Revisión de los resultados de Indra
Ante los resultados y las previsiones para lo que resta de año, Indra revisa por segunda vez en el último año los objetivos para el año 2021. En total, esperan unos ingresos superiores a los 3.300 millones de euros en moneda local, con un flujo de caja libre por encima de los 140 millones de euros, sin contar con los 28 millones de euros reservados para pagar las prejubilaciones y los despidos de los planes de salidas y los 32 millones recibidos por la venta de San Fernando de Henares.
La deuda neta del grupo se ha reducido respecto al año 2020: ha pasado de 626 a 503 millones de euros. La ratio de pasivo neto con el resultado bruto (Ebitda) se situó en 1,7 veces frente a las 2,8 veces del año pasado. En este cálculo se excluye, según explica la compañía, las plusvalías de San Fernando y de la venta de Metrocall y los costes derivados de la reorganización.
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