Indra se adjudica el supercontrato de los radares Ícaro de Enaire por 29 millones

  • Se trata del contrato de explotación de los sistemas de comunicación y radares del gestor público de los aeropuertos españoles.
Imagen del aeropuerto de Barajas.
Imagen del aeropuerto de Barajas.
Efe

Es el sistema que permite tener acceso a todo tipo de información sobre un vuelo, desde información meteorológica, a los avisos ante cualquier tipo de incidencia o el propio plan de de ruta planificado. Y aunque su nombre Ícaro recuerde a la mitología griega, en realidad, son las siglas de la expresión 'Integrated COM/AIS/AIP & Reporting Office Automated System'. Y es uno de los contratos más relevantes del sector de la navegación aérea.

Indra se ha adjudicado tanto el asesoramiento técnico de la explotación de los sistemas de comunicación de voz y de radares de Eraine. Tanto de Ícaro, como de Sacta, el Sistema Automatizado de Control de Tráfico Aéreo, que utilizan los controladores de los aeropuertos españoles. Un contrato valorado en más de 29,4 millones de euros.

El contrato con Indra Sistemas tendrá una duración de 36 meses, según constaba en los pliegos y, a priori, no abre la puerta a una renovación automática. Además, según la adjudicación, se reduce a 24,3 millones de euros si se desglosa el IVA. El procedimiento de concesión a Indra ha sido negociado, sin publicidad. Enaire ya adelantó el pasado otoño que tenía previsto invertir cerca de 300 millones de euros antes de 2020 para modernizar sus sistemas de navegación aérea.

En este caso, se da la circunstancia de que se trata de dos organismos controlados por el Estado. Enaire es el gestor de navegación aérea, una entidad empresarial que depende directamente del Ministerio de Fomento. Mientras, el 18,75% de Indra está en manos públicas a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI).

Plusvalías para la SEPI

La sociedad estatal desembarcó en Indra en agosto de 2013, cuando adquirió el 20,14% del capital en manos de Bankia. Una operación de salida de la entidad financiera prácticamente obligada, dado que tenía que dejar de lado sus inversiones empresariales tras su rescate.

Entonces, SEPI abonó 10,194 euros por cada acción. Meses después, su participación se diluyó hasta el el citado 18,75% como resultado de la ampliación de capital que tuvo que realizar Indra para financiar la compra de Tecnocom.

A día de hoy, las acciones de Indra cotizan a 10,92 euros cada título, un 7% por encima del precio que pagó la SEPI, aunque su valor está lejos de los 14,6 euros por título que llegó a rozar en marzo de 2014.

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