Junto a los 1.036 de la filial tecnológica

Indra lanza otro despido colectivo para 240 empleados de la división de Defensa

La compañía alega caída en los resultados de la filial, junto con los cambios estructurales del sector con una disminución de la demanda.

Fernando Abril-Martorell, presidente de Indra
Fernando Abril-Martorell, presidente de Indra.
INDRA

Indra ha puesto las cartas sobre la mesa para un nuevo despido colectivo, esta vez en el área de Defensa. La compañía, con un 18% de participación del Estado, ha comunicado hoy a la plantilla que pretende ejecutar un total de 240 despidos en esta división, que emplea a algo más de 6.200, según confirman fuentes sindicales. Se inicia ahora un periodo de varias semanas de negociación. Este paquete se suma al que anunció para la filial tecnológica, que afectaba a 1.036 puestos de trabajo.

La compañía inició en julio, durante la presentación de resultados, un plan de acción con el objetivo de afrontar la situación actual de crisis. Entre las líneas de actuación se encontraba la reducción de costes, también vinculados a la plantilla. Este movimiento llegaba después de que en abril decidiera retirar un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) y rebajas salariales para la práctica totalidad de los equipos.

Este viernes, la dirección ha comunicado a las organizaciones sindicales su propuesta de despido colectivo en la división de Defensa (Indra Sistemas). En total, según explican a La Información fuentes sindicales, hay un total de 240 empleados afectados: 100 dentro del equipo de gestión y 140 del resto de Lal plantilla. Esto representa menos del 4% del total, que asciende a algo más de 6.200. Las condiciones y la cifra final se negociarán en las próximas semanas.

Desde las organizaciones sindicales mayoritarias se han mostrado muy críticas por el despido colectivo en el área de Defensa y Transporte, especialmente dependiente de contratos públicos con el Gobierno de España y otras administraciones. En este sentido, señalan la elección de la compañía por parte del Ejecutivo como "coordinador nacional" del futuro avión de combate europeo, el FCAS, que sustituirá al Eurofighter. El programa tendrá un coste total de cerca de 100.000 millones de euros.

Por su parte, la compañía insiste en que Indra Sistemas ha sufrido unas pérdidas de explotación hasta septiembre de 38,8 millones de euros y unas pérdidas antes de impuestos de 28,7 millones. Los ingresos se redujeron casi un 9%. Inciden en que el despido colectivo está motivado por la caída de estos resultados, los cambios estructurales de los sectores donde tiene presencia y una disminución de la demanda de productos y servicios.

Este despido colectivo se suma al que ya se está pactando en la otra gran filial, la que se centra en las Tecnologías de la Información. Este tiene una afección mayor: 1.036 despidos, lo que supone casi el 10% de la plantilla total. En las dos primeras semanas de conversaciones entre dirección y sindicatos no ha habido acuerdo. Éstos últimos han denunciado falta de intención negociadora, después de que la compañía no redujera en ningún momento el número de salidas ni suavizara las condiciones (con indemnizaciones de 20 días por ejercicio trabajado con un límite de una anualidad).

Estos dos despidos colectivos serían los primeros que se da en el núcleo duro de las empresas de mayor tamaño con una participación significativa en manos del Estado a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi). En este grupo no se incluye Alestis, que ha planteado casi 600 despidos, o Airbus que ha abierto negociaciones para alcanzar el recorte de 1.600 puestos de trabajo con salidas, en una primera fase, "voluntarias". Ambas son de un tamaño mucho menor que el de Indra y, además, la segunda tiene una participación estatal muy minoritaria (4,1%).

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