Escasez de profesionales

Indra tira de ‘juniors’ y becarios para sobrevivir a la guerra por el talento tech

La compañía semipública admite que, al igual que sus rivales, tiene problemas de rotación en su personal especializado. También toma medidas para la deslocalización en Latinoamérica.

De izquierda a derecha: Cristina Ruiz, consejera delegada de Minsait, Mar Murtra, presidente no ejecutivo del grupo, e Ignacio Mataix, consejero delegado de la rama de Transporte y Defensa en la junta de accionistas del grupo, celebrada este miércoles. INDRA 30/6/2021
De izquierda a derecha: Cristina Ruiz, Marc Murtra e Ignacio Mataix.
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La guerra por el talento tecnológico está siendo una dura prueba para las grandes compañías del sector. La escasez de profesionales muy especializados y la alta rotación está haciendo un roto a sus estrategias. Indra es la mayor empresa de este mercado en España. La compañía semipública admite que ha tenido que recurrir a profesionales juniors y becarios para tratar de 'sobrevivir'. “Estamos intentando cubrir la demanda con estos perfiles; creemos que podemos afrontar así el crecimiento en ventas”, aseguraba recientemente ante los analistas Cristina Ruiz, la consejera delegada de Minsait, división ‘tech’ de la firma.

Indra tiene una buena noticia: las ventas han superado los niveles ‘pre-Covid’, especialmente en el segmento de los servicios tecnológicos y la consultoría, con una demanda creciente de digitalización en numerosos segmentos de actividad -el grupo en su conjunto cuenta con una cartera de pedidos de más de 5.300 millones de euros-. Según los resultados correspondientes a los nueve primeros meses del año que acaban de ser presentados, Minsait elevó los ingresos totales en euros un 4% respecto al periodo de 2019 situándolos en 1.537 millones. El tercer trimestre también siguió el mismo esquema de crecimiento. Esto es el resultado de una mayor demanda. Y ahí es donde llegan las dificultades.

Ruiz mencionó ante los analistas un concepto en inglés que se ha convertido en un particular quebradero de cabeza en los departamentos de Recursos Humanos de las compañías tecnológicas: attrition. Se trata de la temida rotación laboral. Este ratio se ha elevado de manera importante en las plantillas, ante la escasez de profesionales. “Estamos teniendo algunos problemas con la rotación, que es algo estructural para todo el sector”, admitía la ejecutiva. A esto se sumaba la inflación en los salarios, precisamente por esa falta de oferta de perfiles técnicos y la mayor demanda no solo en grandes corporaciones, sino en startups cada vez más pujantes y con mayor respaldo de fondos de capital riesgo.

En este contexto, desde Indra admiten que están tirando de profesionales menos experimentados para tratar de dar respuesta a esta demanda. “Estamos intentando cubrirla con juniors y con becarios”, admitía la ejecutiva. Tal y como han explicado a La Información fuentes sindicales, este no es solo un problema para Minsait, sino también para la división de Defensa. En el caso de la división tecnológica, también se están planteando algunas soluciones que van más allá de reclutar antes. También quieren reforzar la deslocalización de algunos servicios a otras zonas como en Latinoamérica, con costes salariales más bajos.

Y la razón que hay detrás de estos problemas es el reducido margen que tiene la actividad de esta filial tecnológica. El margen operativo ha mejorado significativamente respecto a 2019, pero sigue estando en el entorno del 6% y 7%. Ante la presión de los analistas, la consejera delegada confirmaba que este era el nivel que podrían mantener con esta estrategia de reclutamiento de profesionales menos experimentados con salarios más bajos para batallar en esta guerra por el talento. Hay que recordar que esto se produce apenas un año después del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) lanzado por la compañía, entonces presidida por Fernando Abril-Martorell, y que acarreó la salida de 580 empleados entre prejubilaciones (220) y despidos (360).

”La Covid ha despertado la necesidad de digitalizarse de muchas empresas y se ha desbloqueado mucho presupuesto”, aseguraba recientemente a La Información David Bonilla, consejero delegado y fundador de la plataforma de reclutamiento de personal técnico Manfred, quien insistía en que la escasez de los perfiles que se está viviendo hoy es la que se esperaba para 2025 o 2030. Tal y como aseguraba, las compañías se han concentrado en perfiles recién salidos de la Universidad. En Inditex han llegado a ofrecer 30.000 euros de salario de entrada, más una serie de incentivos a este tipo de empleados jóvenes.

La competencia por estos perfiles no deja de crecer. Las empresas cada vez son más globales y tratan de captar en todos los mercados posibles, evitando plazas más ‘saturadas’ como Alemania o Reino Unido. Es por eso que en los dos últimos años ha tenido lugar un aluvión de anuncios de grandes compañías que crean sus propios ‘hubs’ tecnológicos en España. Ikea, Microsoft, Glovo, Klarna… Acuden aquí para tratar de captar a un menor precio respecto a sus países de origen o a sus sedes centrales. Los principales movimientos de estas multinacionales suman más de 600 puestos que deberían ser cubiertos. Y eso mete aún más presión a las compañías locales.

El crecimiento de la demanda de servicios digitales en los próximos años seguirá siendo elevado. La ejecución de los fondos europeos Next Generation, con un peso específico alto de la digitalización, se convertirá en todo un acelerador. En el caso de Minsait, la compañía espera firmar un contrato relevante esta semana que contribuirá de manera significativa a los ingresos durante el año 2022. Esto implicará más trabajo y más demanda de profesionales, por lo que la empresa se verá obligada a afinar aún más su estrategia de reclutamiento tecnológico bajo la presión de los márgenes.

Pese a esas dificultades laborales, la compañía semipública ha conquistado a los inversores, gracias a lo cual la pasada semana batió sus máximos anuales en bolsa al superar la barrera de los 10 euros por acción. ¿La razón? Un fuerte incremento de las ganancias -que la propia dirección asegura que no se podrá repetir a estos niveles en los próximos trimestres- del 77% hasta los 115 millones de euros. Esto ha llevado a retomar el dividendo el próximo año y a ejecutar la segunda mejora de sus previsiones para lo que queda del año, lo que ha contribuido aún más a esa revalorización.

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