Incluye control de tráfico aéreo

Indra prepara compras en defensa como un guiño al mercado en su giro al sector

El consejero delegado asegura que habrá movimientos en "próximas semanas" más allá de ITP Aero. La entrada en el fabricante vasco está pendiente para antes de que acabe el año.

El presidente de Indra, Marc Murtra.
El presidente de Indra, Marc Murtra.
Europa Press

Indra ultima operaciones vinculadas con el sector de la defensa para completar el giro hacia este mercado prometido a los inversores. La compañía trabaja para finiquitar una transacción "en las próximas semanas". Analizan desde hace meses una compañía en el sector del control del tráfico aéreo y sigue desde hace más tiempo a una en el sector de la fotónica. Mientras tanto, la potencial entrada en ITP Aero sigue en el aire, aunque la cuenta atrás para el plazo ampliado por Bain Capital para cerrar el accionariado ha comenzado. Acaba a finales de diciembre de este año.

El consejero delegado del grupo, Ignacio Mataix, admitió ante los analistas esta semana que el radar para encontrar oportunidades de compra estaba activado. Pero que no está siendo sencillo, pues no existen operaciones de un tamaño más o menos controlado que aporten realmente algo diferencial a los servicios que ya ofrece la compañía. En España están el grupo de compañías 'clásicas' como son Santa Barbara, Escribano o GMV (en manos de la familia Martínez Walter). Estas prácticamente se descartan, pues se trata de operaciones muy relevantes en cuanto a inversión.

Desde hace meses, según explican fuentes conocedoras, trabajan en una potencial adquisición de una empresa dedicada al control del tráfico aéreo, algo que no está relacionado directamente con la defensa, pero que se incluye precisamente en esta división, pues Indra diferencia entre Minsait (Tecnologías de la Información) y Transporte y Defensa. Según otras fuentes, hay otra empresa pequeña que lleva trimestres bajo el radar y que está centrada en la fotónica, tecnología clave en el sector de la defensa y, más concretamente, en los radares.

Estas compras 'mixtas' que incluyen tecnologías que pueden aplicarse al sector civil y de defensa no son nuevas para el grupo presidido por Marc Murtra. De hecho, el pasado mes de julio anunció la compra del 100% de la empresa de simuladores Simumak para fortalecer sus capacidades en simulación para la formación táctica y completar su oferta y contribuir a la consolidación del sector en España. En ese momento no se hizo público el precio pagado. En los últimos resultados asegura que abonó 2,5 millones.

El favor del inversor

Esa consolidación a la que se refiere la compañía es uno de los asuntos más relevantes. El propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, advirtió a principios de este año, tras el estallido de la guerra de Ucrania, de la elevada fragmentación de esta industria, no sólo en España sino también en Europa. Y fue ahí cuando el propio Mataix asumió el reto y avanzó en un encuentro con la plantilla que se estaban analizando todas las posibilidades para crecer con estas operaciones.

Esto no sólo era un mensaje a la plantilla, sino también al mercado. En los últimos tiempos, los inversores miran con mejores ojos a la compañía semipública española debido precisamente a las oportunidades de crecimiento en el área de defensa. Este es un segmento en alza por el mayor clima bélico tras la guerra de Ucrania, y con mucho mejores márgenes que la división tecnológica. Durante los nueve primeros meses, los ingresos crecieron un 4%, con una mejora ligera del margen operativo, a la espera del despliegue del programa europeo FCAS.

Mientras se analizan esas transacciones más pequeñas, sigue pendiente la entrada como accionista en ITP Aero. Hasta la reconstrucción del consejo de administración de la empresa, el propio CEO defendió hasta en dos ocasiones que en los términos en los que se había planteado la irrupción era un movimiento que "no estaba encima de la mesa". En concreto se trataba de la compra de una participación minoritaria de en torno a un 15% del fabricante de aerogeneradores. Sapa, también accionista de Indra, está a la espera de que mueva la ficha. Es la primera gran prueba de fuego del máximo órgano de decisión completado por los seis nuevos vocales independientes.

Hay que recordar que la estrategia compradora de Indra está siendo menos agresiva que en el año 2021. En ese ejercicio se gastó 41 millones de euros en el área tecnológica, enfocada en consultoras de digitalización y en empresas de pagos online. En los nueve primeros meses del año, sólo se han ejecutado dos: la de la extremeña de identidad digital Mobbeel, por 3 millones, y la de simuladores Simumek, con 2,4 millones. La fiebre se ha reducido pese a que las valoraciones en el sector 'tech' en general se han resentido ante el parón.

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