Operada por la australiana Infinity Lithium

Los 'señores del litio' y la mina de 7.600 millones que hace temblar Extremadura

La concesión para explotar la segunda mina de litio más importante de Europa, en Cáceres, se dirime en los tribunales ante la oposición vecinal, del Ayuntamiento de la ciudad y de la Junta de Extremadura.

Litio, coltán, tierras raras... la ofensiva ecologista tumba decenas de proyectos
Litio, coltán, tierras raras... la ofensiva ecologista tumba decenas de proyectos
EFE

El negocio del litio para Extremadura Mining -75% propiedad de la australiana Infinity Lithium y 25%, de Sacyr- se presume boyante. Las cifras hablan por sí solas: inversión de 530 millones de euros -410 de ellos para el desarrollo industrial de la transformación del metal-, creación de 700 empleos directos y 1.500 indirectos; y la extracción de 20.000 toneladas anuales de hidróxido de litio, vital para la fabricación de las baterías de los coches eléctricos, durante los próximos 26 años.

El litio es un valor en alza. Así lo demuestra la cotización de 17.000 dólares (14.600 euros) por tonelada de hidróxido de este metal en los mercados internacionales, una factura que se espera siga subiendo en los próximos años. Ante estos datos, las previsiones de negocio de Infinity Lithium en la mina de San José de Valdeflóres, apenas a dos kilómetros del centro histórico de Cáceres, declarado Patrimonio de la Humanidad, ascienden a 8.840 millones de dólares. 7.600 millones de euros.

Pero no es oro, ni litio, todo lo que reluce. La Junta de Extremadura ha denegado los permisos de explotación -tras haberlos expedido- y ha señalado que el proyecto no es viable ni económica ni social ni medioambientalmente-, mientras que los vecinos y grupos ecologistas se oponen frontalmente a un plan centrado en la Sierra de la Mosca, en la antigua mina de San José de Valdeflóres. De sus entrañas se extrajeron estaño, litio y turquesa en los años sesenta del siglo pasado, hasta que finalmente fue clausurada y declarada zona protegida como refugio de aves y convertida en paraje turístico.

La empresa minera acaba de presentar recurso ante los tribunales de Justicia contra las resoluciones de la Junta presidida por Guillermo Fernández Vara y el ayuntamiento del también socialista Luis Salaya, que ha llegado a decir que "el proyecto de la mina está completamente muerto y enterrado". Buscando superar los obstáculos medioambientales, la compañía australiana ha modificando su proyecto, que pasaría de ser una explotación a cielo abierto a otra subterránea, y ha intensificando además el proyecto industrial para transformar junto a la mina el litio extraído en hidróxido y carbonato en material de calidad para baterías para automoción.

Infinity Lithium asegura así que pretende "reabrir el diálogo con las administraciones y los agentes sociales para lograr una solución adecuada, que el proyecto sea lo más adaptado y beneficioso posible para la población de Cáceres y de Extremadura y comenzar cuanto antes con la actividad". Pero la batalla está servida y el CEO de la empresa, Ryan Parkin, en conversación con La Información desde Australia, respondía este viernes de manera tajante, cortante y directa: "¿Arrojar la toalla si las perspectivas en torno a la explotación de la mina no se aclaran rápidamente? No respondo a esta estúpida pregunta".

Pero, ¿quién controla esta compañía? Infinity Lithium Corporation Limited es una minera que cotiza desde hace diez años en el ASX (mercado de valores australiano) y que se centra en desarrollar el proyecto de litio de San José. En su momento tuvo participación en el proyecto de potasa de Banio, en Gabón, pero ahora "estamos cien por cien enfocados en el proyecto de San José", explica Ryan Parkin.

Hoy la empresa solo emplea directamente a la gerencia (Adrian Byass es su presidente, Ryan Parkin, su CEO, y David Valls, el director gerente de Extremadura Mining, su cabeza visible en España), y a consultores, que varían "según la etapa de progresión del proyecto", y que, como empresa en predesarrollo, "no está obteniendo ingresos directos, sino que está eliminando riesgos y avanzando en el proyecto de San José". La compañía está compuesta por "inversores minoristas" que en un mes han visto como sus acciones pasaban de 0,125 dólares por título a 0,175, una revalorización del 40%, aunque en los dos últimos días haya perdido casi el 20% del valor.

La mina cacereña "no fue descubierta por las actividades de exploración de Infinity, sino que es una explotación de estaño que estaba operativa en la década de los 60 del siglo XX" y que en los años 80-90, "tras un permiso de investigación otorgado por la Junta de Extremadura", se reveló como el segundo depósito de litio más importante de Europa. "Hay que tener en cuenta que fue el gobierno regional extremeño, esencialmente, el que invitó a la inversión -hemos gastado decenas de millones de dólares- para determinar la viabilidad del proyecto", dice Parkin.

La compañía australiana explica así que el proyecto de explotación industrial y minera de San José de Valdeflórez se inició tras la adjudicación de los derechos mineros en concurso y que ha cumplido con todos los requisitos y trámites necesarios para continuar con el mismo. Tras conceder los permisos de exploración, la Junta de Extremadura tuvo que retrotraerlos por un defecto de forma cometido por la Administración y, en el momento de concederlos de nuevo, decidió no hacerlo pese a que la regulación aplicable no se había modificado. Ante esta situación, Infinity Lithium presentó un recurso de alzada que, al no ser aceptado por la Junta de Extremadura, ha llevado el conflicto a los tribunales.

"El proyecto es de una enorme complejidad técnica y requiere invertir muchos más recursos, pero la demanda del mercado de litio y su aumento de precio nos permite abordarlo en estos momentos", explica David Valls, el hombre de Infinity Lithium en España. Ryan Parkin remacha: "Por supuesto que tenemos confianza en que el proyecto se llevará a cabo. Conservamos todos nuestros derechos desde el punto de vista jurídico y legal y hemos cumplido siempre la normativa. Actualmente estamos a la espera de la resolución de una tramitación y creemos firmemente que este es un proyecto necesario para España, fundamental para Extremadura y clave para Cáceres, que obtendría un nuevo polo industrial".

Mostrar comentarios