Más de 33.000 puntos de 'cashback'

ING ofrece su app Twyp para que la gran banca dé a sus clientes acceso al efectivo

El Banco de España está preocupado por el impacto que supone el cierre masivo de sucursales y cajeros, que limita el alcance al dinero físico. Esta aplicación supone una vía para solventar el problema.

Ignacio Juliá, CEO de ING en España y Portugal
Ignacio Juliá, CEO de ING en España y Portugal
ING

ING invita a todos los bancos a recomendar el uso de su aplicación móvil Twyp para poner solución al actual problema de acceso al efectivo. Esta plataforma permite a todos los clientes, sean de la entidad que sean, la retirada de dinero mediante el denominado servicio de 'cashback' en más de 33.000 puntos de venta repartidos por todo el territorio español y ya se trabaja en nuevos acuerdos para ampliar la red. Este modelo, muy utilizado en Estados Unidos pero también en países europeos como Bélgica o Irlanda, ofrece la posibilidad de disponer de billetes en la cartera a pesar de no contar con un cajero automático o una oficina bancaria cerca.

Bajo esta fórmula, una persona que acude a un comercio, por ejemplo a un supermercado, puede gastar 40 euros en su compra y al pasar por caja solicitar otros 40 euros en efectivo. ING cuenta con este servicio en su aplicación móvil Twyp tras lograr numerosas alianzas con empresas como Dia, Supercor, El Corte Inglés, Shell o Disa. Su plataforma perdió algo de fuelle en el ramo de enviar y recibir dinero entre amigos por la fuerte hegemonía de Bizum, pero podría recuperarse si se centra en esta fortaleza en la que todavía el resto de la banca todavía no tiene relevancia.

Para el consejero delegado de ING en España y Portugal, Ignacio Juliá, la opción del 'cashback' es clave para solventar el problema del efectivo. Y se da la circunstancia de que Twyp es la única app con la que se puede sacar dinero actualmente en comercios, aunque el cliente no sea uno de los 4,2 millones que pertenecen al banco 'naranja'. Retirar dinero por esta vía no tiene ningún coste para el usuario, el comercio gana una mínima comisión a cambio y la entidad financiera, a su vez, puede seguir ofreciendo este servicio básico mientras ajusta su estructura. 

El Banco de España ve con muy buenos ojos la fórmula del 'cashback' como antídoto para solventar parte del problema de la exclusión financiera

Es evidente que el uso del dinero en efectivo es cada vez menos trascendental, sobre todo tras la crisis del Covid-19 que redujo de manera considerable el porcentaje de personas que lo utilizaba por miedo al contagio, así como por las propias restricciones a la movilidad y el auge de la digitalización. No en vano, todavía es una de los medios de pago más importantes. Por ello, la estrategia seguida por la banca cerrando masivamente sucursales y cajeros automáticos durante los últimos años ha provocado que en el Banco de España haya despertado cierta preocupación, sobre todo en las zonas rurales donde la sucursal más cercana a veces puede situarse a más de 10 kilómetros del domicilio.

De hecho, el tsunami de cierres y la fuerte digitalización de la esfera financiera está empezando a dejar atrás a algunos colectivos que ni siquiera tienen por qué estar ubicados en la conocida como España vaciada, como el de los clientes seniors. En su caso, ING cuenta con más de un 13% de clientes mayores de 65 años que llevan una media de 15 años en el banco. El grupo no ha visto que este colectivo encuentre dificultades en el uso de los servicios digitales, aunque cree que el mayor reto está en ser capaces de hacer las cosas sencillas y tener siempre alternativas. Además de la web, el móvil o el 'call cente'r 24/7, el banco online tiene también 29 sucursales con horario de mañana y tarde sin restricciones por tipo de servicios.

La banca se siente señalada de forma injustificada porque no considera que el fenómeno de la exclusión sea un problema puntual de su sector, sino que se observa también en otros como el de la energía, la sanidad o incluso en las gestiones con Hacienda, la mayoría relacionados con la Administración Pública. A pesar de su clara postura, se han doblegado ante las exigencias y las patronales AEB y CECA preparan un protocolo definitivo a instancias del Ministerio de Asuntos Económicos con el que reforzar el compromiso social, sostenible y empático del sector.

En la elaboración del documento con medidas para atajar el problema con los jubilados y la exclusión se incluye precisamente la posibilidad de firmar acuerdos entre bancos con compañías no bancarias para que puedan dispensar efectivo a través de la modalidad de 'cashback', como ya contó este medio. La alianza de algunas entidades, como Banco Santander con Correos, para hacer envíos, ingresos y retiradas de efectivo es otro ejemplo. Asimismo, la ampliación de los horarios de atención en caja o la creación de equipos especializados y formados para atender a las personas mayores son otras de las opciones que se están poniendo en marcha estos días por iniciativa propia de las entidades y a la espera de las recomendaciones de las patronales. 

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