Nuevo ciclo del inmobiliario, ¿mismos actores? La familia Fernández Fermoselle, los antiguos dueños de la histórica Inmobiliaria Parquesol, no se lo han pensado dos veces y han vuelto al sector del ladrillo al calor de una, para algunos, próspera recuperación. Ahora, años después de vender su empresa en el pico de la burbuja, el pequeño de los hermanos que llevaban la empresa familiar, Alfonso, ha creado una nueva sociedad en este sector, Balboa Corp SL.
Esta nueva firma con la que la familia vuelve al sector que les colocó en la lista de los más ricos de nuestro país, el inmobiliario, comenzó a operar hace apenas unos días y tiene como fin la promoción tanto de inmuebles residenciales como de otra naturaleza. El socio único de esta aventura empresarial es Harvest Invest, el holding familiar creado en la época dorada del ladrillo patrio. En cambio, la cabeza visible será, tal y como consta en el registro mercantil, el propio Alfonso Fernández Fermoselle.
La nueva incursión de la familia que también fue dueña del Real Valladolid llega doce años después de que vendiesen su participación en Inmobiliaria Parquesol, su gran proyecto. Uno de los grandes aciertos que les permitió mantenerse a flote y huir de la crisis económica fue precisamente el momento en que se llevó a cabo la venta. Corría enero de 2007 y los rumores de que algo podía no ir bien en la economía nacional y en el sector del ladrillo en particular comenzaban a sonar.
La promotora inmobiliaria había salido a bolsa apenas unos meses antes, en mayo de 2006, valorada en más de 900 millones de euros. En esta operación la familia se había quedado con un 54,8% del total de la firma pero apenas ocho meses después -y en pleno pico del 'boom' inmobiliario- vendieron casi la totalidad de su participación. ¿Quién lo compró? Jacinto Rey, el magnate gallego que hoy es propietario de Grupo San José.
Las peores consecuencias de la crisis se las llevó entonces el ejecutivo gallego que tuvo que hacer frente a los problemas derivados del estallido de la burbuja. La gran inmobiliaria de más de 1.500 millones de euros en ventas que se creó al unir ambos negocios se vio reducida a la mitad en apenas unos años al tener que asumir importantes cifras de deuda y varias refinanciaciones.
Los hermanos Fernández Fermoselle se repartieron los casi 1.000 millones de euros que se decía entonces que habían conseguido con la venta y juntos crearon un holding que llamaron Naropa Capital. Ahora, es Alfonso el que empieza un nuevo camino empresarial, pese a que, como apoderados de la sociedad administradora -Harvest Investments- también aparecen sus dos hermanos varones, Ángel y Marcos.
Una retirada a tiempo
Sea como fuere, la retirada -o mejor dicho, la venta- a tiempo fue lo que hizo sobrevivir la fortuna de los cuatro hermanos Fernández Fermoselle -Ángel, Marcos, María Cristina y Alfonso-. Otras sociedades inmobiliarias que operaban en ese mismo momento, como la conocida Nozar, de la familia Nozaleda, no tuvo la misma suerte y su continuidad en el negocio durante la crisis les llevó al concurso de acreedores.
Eso sí, están tratando de recuperarse y en la lista de deudores de Hacienda que se hacía pública este mismo jueves se veía una importante rebaja de los pagos pendientes que tenía la compañía con la administración pública. Según los datos de 2018, los Nozaleda adeudaban a través de esta sociedad 197 millones de euros; en cambio, en la publicada ayer esta cantidad se ha reducido hasta los 56,88 millones.
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