Aguirre Newman desploma su resultado el año previo a su venta al gigante Savills

  • La firma de intermediación inmobiliaria recortó un 73% su beneficio, hasta 0,8 millones de euros, meses antes de pasar a manos del grupo británico.
Imagen del logo de Aguirre Newman.
Imagen del logo de Aguirre Newman.

Era una de las consultoras inmobiliarias independientes del mercado español. Hasta que el pasado julio, Aguirre Newman aceptó la oferta de compra del gigante británico Savills. Una operación que valoraba la firma en 67 millones de euros. Su venta llegó sólo unos meses después del cierre de un ejercicio complicado en cuanto a su resultado.

Aguirre Newman concluyó 2016 con una caída de su beneficio consolidado de más del 73%. Lo recortó desde los 3,2 millones de euros de 2015, hasta los 0,85 millones del último año fiscal, según consta en las cuentas de una de sus filiales Zaphir Asset Management, que ya ha presentado sus resultados en el Registro Mercantil. No así su matriz.

La caída del resultado de la consultora presidida por Santiago Aguirre Gil de Biedma, hermano de Esperanza Aguirre, expresidenta de la Comunidad de Madrid, se debe al "crecimiento de la estructura de costes", según indica un portavoz de la compañía, "en línea con la estrategia de la empresa de preparar una etapa de crecimiento, prevista para los próximos ejercicios", añade.

En 2016, no sólo cayó su beneficio, porque Aguirre Newman también redujo su patrimonio, según las cuentas de su filial. Al cierre de ese ejercicio, su patrimonio neto se situaba en los 8,89 millones, frente a los 10 millones de euros del año previo. La compañía lo justifica por haber realizado "provisiones relacionadas con la compra de acciones propias”. Un movimiento, "con carácter excepcional" que preveía revertir a lo largo de 2017, "por lo que el patrimonio volverá a subir y a recuperar o superar niveles de 2015".

A la espera de las últimas cuentas consolidadas de la consultora inmobiliaria, para saber cómo ha evolucionado su negocio, la compañía asume que fue un ejercicio de "moderación de ingresos". Un "muy buen año, pero lo fue mucho más 2015 porque tuvo carácter extraordinario debido a una operación muy singular".

Imagen de Gran Vía 32, en Madrid.
Gran Vía 32, en Madrid. / Efe

No desvela de qué operación se trata pero, ese año, entre los movimientos en los que intermedió, estuvo la adquisición del inmueble de Gran Vía, 32. En enero de 2015, el edificio donde está la principal tienda de Primark en España y la cadena Ser pasó a manos de Pontegadea, la firma de inversión inmobiliaria de Amancio Ortega, el fundador de Inditex. La compra del inmueble, hasta entonces gestionado por Drago Capital, se valoró en 400 millones de euros.

En el año de esa megaoperación, Aguirre Newman logró una cifra de negocio de 67,3 millones de euros, prácticamente similar a los 66,1 millones de 2014. Sin embargo, el mix de negocio de esos dos ejercicios fue sensiblemente distinto. En 2015, disparó sus ingresos por intermediación (que pasaron de 12 a 19 millones de euros); mientras recortó los de su actividad ligada a la arquitectura (que se recortó a 22 desde 32 millones de euros).

Al anunciar su compra por Savills, Aguirre Newman comunicó que preveía cerrar la operación el 30 de noviembre de 2017. Cierra así casi 30 años de historia como consultora independiente. La firma la fundaron Santiago Aguirre y Stephen Newman en 1988. Su plantilla, al cierre de 2016, rondaba las 360 personas y, además de España, opera a través de filiales en Portugal, Reino Unido, México y Colombia. Sus cifras son relativamente pequeñas en comparación con las del gigante británico Savills, que el pasado año facturó 1.446 millones de libras (equivalente a 1.300 millones de euros), con un beneficio de 135,8 millones de libras.

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