La CNMC niega que la vivienda turística sea la causante del aumento de precios

  • "No existe evidencia de una relación directa y exclusiva entre la oferta y el aumento del coste de las propiedades", afirma el regulador. 
La CNMC cree que Airbnb y Homeaway no deben informar al fisco.
La CNMC cree que Airbnb y Homeaway no deben informar al fisco.
EFE

La guerra entre ayuntamientos y la CNMC continúa. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia ha elaborado un informe sobre la regulación de las viviendas de uso turístico en España en el que reconoce que "no existe evidencia concluyente" sobre un aumento del precio de la vivienda en relación a la proliferación de propiedades de uso turístico. El regulador destaca que "si bien se ha registrado un aumento generalizado de los precios de la vivienda en España en los últimos años, ello se debe a una confluencia de factores económicos". 

De este modo, la CNMC trata de callar a algunos colectivos, incluidos varios ayuntamientos, que achacaban al aumento de este tipo de inmuebles el imparable crecimiento del precio de las viviendas, tanto en el caso de operaciones de alquiler como de venta. Lo cierto es que, de acuerdo con los últimos datos disponibles del Consejo General del Notariado, el precio de las propiedades se ha incrementado en un 10% en los últimos cinco años.

En este mismo informe, el regulador destaca que la proliferación de plataformas digitales permite a los particulares entrar en el mercado a pesar de carecer de los recursos de las empresas tradicionales. Del mismo modo, destaca como uno de los puntos más positivos del crecimiento de este tipo de viviendas, la reducción del precio medio del mercado. 

De acuerdo con la CNMC, el aumento de los apartamentos turísticos provoca una mayor competencia en el precio de los hoteles lo que "favorece la accesibilidad para algunos usuarios que, de otra forma, no viajarían por no poder costearse un alojamiento de mayor precio". 

Otro de los beneficios de la irrupción en el mercado de este tipo de oferta es el aumento de la variedad de las opciones de alojamiento turístico disponibles, ofreciendo al usuario viviendas turísticas que se ajustan mejor a sus necesidades. Todo beneficios para un mercado en el que, según la CNMC, los puntos negativos apenas existen. 

El villano de esta película según ayuntamientos como el de Madrid o Bilbao, que han visto como sus reglamentos al respecto eran criticados por el organismo, tan solo señala dos posibles efectos negativos de la proliferación de este tipo de viviendas: por un lado, "congestión, ruidos o consumo de recursos medioambientales", que no son exclusivas de las viviendas turísticas y, por otro, las molestias sobre los habitantes del inmueble. 

Competencia ha recalcado que la regulación de las viviendas turísticas tiene que estar motivada por "la existencia de un fallo de mercado o una razón imperiosa de interés general", y debe ser "proporcionada". El organismo regulador concluye que muchas normas autonómicas y locales "no superan el test de necesidad y proporcionalidad", por lo que es necesaria "una revisión en profundidad" de la legislación vigente.

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