El pequeño comercio declara la guerra a Carmena por las obras en la Gran Vía

  • Denuncian que la remodelación de la zona, que se prolongará 16 meses, les hará perder un 25% de volumen de negocio y unos 8 millones de euros. 
Fotografía Gran Vía para portada uno
Fotografía Gran Vía para portada uno
EFE

Juan lleva más de 30 años regentando una zapatería en los aledaños de la Gran Vía. A pesar de que la crisis casi le hace cerrar su negocio, pudo salir a flote con mucho esfuerzo, lo que le permitió contratar a dos trabajadoras el año pasado. Ahora, dice, las obras conseguirán lo que el 'crack' económico no pudo hacer: llevarle a la ruina. Según la Asociación Empresarial Hostelería Madrid, que representa a más de 2.500 empresarios de Madrid, más de 250 negocios de hostelería y comercio se verán afectados por las obras que comenzarán el próximo viernes. "Los pequeños empresarios de la zona no pueden soportar el aislamiento al que los somete este inmenso vallado durante tantos meses, obligándoles a cerrar sus negocios ante la imposibilidad de asumir las enormes pérdidas económicas que supondría este aislamiento", denuncian.

Tal y como explica esta asociación, las obras afectarán a más de 180 trabajadores de hostelería, es más, "se perderán 84 puestos de trabajo solamente con la eliminación de las 12 terrazas". Además, solo en la zona de Montera se perderían 6 millones de euros de facturación de los negocios afectados, cifra que supera los 8 millones si se tiene en cuenta la totalidad de la zona afectada. En este sentido, la Confederación de Comercio Especializado de Madrid (Cocem), que engloba a más de 30.000 puntos de venta en la región, valoró que los cortes en la Gran Vía supusieron pérdidas de entre un 20 y un 25% cuando se hicieron en Navidad, por lo que ahora, detallan fuentes del sector, se podrían repetir estas cifras e incluso superarse.

Para Juan es inadmisible que se tome este tipo de decisiones sin dar una alternativa viable a los comerciantes. "Ya nos afectan demasiado las grandes cadenas, que se llevan el gran pastel de las ventas, como para que ahora desde las administraciones públicas se dificulte todavía más nuestra supervivencia. El Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid dicen que está al lado del pequeño comercio, pero luego se nos ahoga con obras, por mucho que digan que a la larga nos va a beneficiar. Yo no vi ningún beneficio en los cortes que hicieron en Navidad", se queja.

Otro de los colectivos que más afectados se verá es el de los quiosqueros que tienen sus negocios en esta arteria de Madrid. El Consistorio ya ha advertido de que se quitarán mientras se estén acometiendo las obras, pero, según dijo la portavoz del Área de Desarrollo Urbano Sostenible, "luego se reubicarán en función del nuevo espacio para que queden de la forma más racional". Por su parte, el Partido Popular ha pedido una solución para las 53 familias que se verán afectadas. "Están pendientes de que ustedes confirmen y les dé la certeza de que esos 21 quioscos van a permanecer en la Gran Vía. No pueden desahuciarlos", han defendido.

En esta línea, José, uno de los quiosqueros de esta calle, se lamenta de que esta remodelación va a ser "la puntilla de un comercio en vías de extinción". "Ya no vale con vender periódicos, necesitamos vender souvenirs, refrescos, agua.... para sobrevivir", subraya. No se queja en vano. La Asociación de Vendedores Profesionales de Prensa de Madrid (AVPPM) calcula que en el último año la venta de periódicos descendió un 10%; en los últimos cinco, un 20%; y en los últimos diez, casi un 40%.

Adiós a los quioscos de Lotería

Los que no volverán a Gran Vía, no obstante, son los tres quioscos de Lotería que están en la zona, La Chata, El Trébol y Rialt, ya que el Ayuntamiento ha decidido extinguir la concesión de su actividad, pese a los súplicas de los propietarios que han esgrimido que sus negocios "dan trabajo a 11 familias, la mayoría de ellos con trabajadores de más de 50 años de edad y algunos con personas dependientes a su cargo".

"Desde la Junta Municipal del Distrito Centro no nos han dado soluciones y sólo nos dicen que no quieren quioscos. Parece que sólo quieren grandes empresas y les da igual acabar con las pymes, los taxistas, los comercios y las terrazas, que somos quienes damos vida a una calle con gran tradición", detalla Marisa Calleja, que está al frente del quiosco El Trébol desde hace más de 20 años.

La Gran Vía madrileña estará en obras desde el próximo viernes para dar más espacio al peatón ampliando sus aceras, que renovarán su pavimento y dejarán atrás las vallas de hormigón que desde diciembre acotan ya los 5.400 metros cuadrados adicionales para los viandantes. Sin embargo, a pesar de las críticas, diversos estudios prueban que las calle peatonales favorecen el volumen de ventas al por menor. Concretamente, ven sus ventas aumentadas en entre un 14 y un 27% de forma inmediata. Fuentes del Ayuntamiento llaman a la calma y piden que no se precipiten a la hora de juzgar los efectos de la reforma. "Es una inversión a medio y largo plazo. Como en todas las obras, mientras se ejecutan, hay molestias. Pero luego todo es para mejor", concluyen.

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