El Valencia mira al Atlético e intenta reactivar la venta del viejo Mestalla

  • El club querría obtener por los terrenos unos 230 millones, cifra que supera con mucho a los precios de la zona y que podría complicar la venta.
Así era el proyecto inicial del Nuevo Mestalla / Twitter
Así era el proyecto inicial del Nuevo Mestalla / Twitter

La Operación Mahou-Calderón, en la que el Atlético de Madrid aspira a vender los terrenos de su viejo estadio, han vuelto a poner en foco al Valencia. Hace más de 10 años, el club de fútbol puso la primera piedra del que sería su flamante nuevo campo y que preveía una inversión de 260 millones de euros sobre una parcela de 90.000 metros cuadrados. Ahora, y con el pabellón sin construir, vive ahogado con una deuda de 330 millones, a la que quiere hacer frente, a semejanza del equipo madrileño, con la reactivación de la venta de los terrenos del antiguo Mestalla, según han informado fuentes cercanas al club.

El proceso, reconocen estas fuentes, no va a ser sencillo. Peter Lim, el multimillonario y accionista mayoritario, no ha puesto fecha a la reanudación de las obras, aunque el 5 de octubre pasado, el club presentaba un nuevo diseño para la obtención de la correspondiente licencia. La operación se complica si se tiene en cuenta que el Valencia cerró el ejercicio pasado con 27 millones de euros de pérdidas y para iniciar las obras, Lim debería aportar cien millones de euros, una cantidad inasumible, dada la situación financiera del equipo, pero a la que se comprometió por contrato.

Para más inri, el Ayuntamiento no deja de presionar al club y el alcalde, Joan Ribó, ha advertido ya de que el club deberá demoler el viejo Mestalla entre 2021 y 2022 para cumplir con el compromiso adquirido en la operación urbanística que impulsó las obras del nuevo estadio. Fuentes del Consistorio critican, además, que desde que mantuvieron una reunión sobre el nuevo proyecto, no han vuelto a tener noticia de los blanquinegros.

Fuentes de ejecutivo valenciano reconocen que pese a que desde el Ayuntamiento se han puesto todas las facilidades y han sido extremadamente pacientes con el club, las relaciones distan mucho de ser tan cordiales como cuando en 2007, el Consistorio aprobó la recalificación de los 85.000 metros cuadrados del antiguo coliseo y, cuyas plusvalías, darían liquidez al Valencia para cambiar de estadio.

Quieren obtener unos 230 millones

Ahora, el equipo de Marcelo, explican fuentes cercanas a la operación, están sondeando con cautela para encontrar a un posible comprador para unos terrenos de 85.000 metros cuadrados por los que esperan obtener al menos 230 millones de euros. La opinión de diversas fuentes inmobiliarias contrasta con los anhelos del club. “A pesar de la revalorización de la zona y de la recuperación del sector, es un precio muy elevado para esas parcelas y más si se tiene en cuenta la situación de las mismas”, mantienen.

De hecho, los terrenos del Mestalla están hipotecados por 175 millones, de los cuales el grueso corresponde a Bankia (155) y el resto a CaixaBank. “Aquel que quiera comprar los terrenos debe asumir esa complicación, lo que a la larga, suele traducirse en una bajada del precio. El problema es que, en este caso, el Valencia necesita vender por una cantidad muy elevada para hacer frente a sus deudas. Si no anda con cautela, la operación puede irse al traste y acabar comprometiendo económicamente todavía más al equipo. Para tener garantía de éxito, deberían reducir sus expectativas a la mitad”, desvelan.

Lo que sí es cierto es que al Valencia le espera un año marcado por sus deudas. En concreto, el 1 de julio deberá empezar a pagar capital a Bankia, unos 14,5 millones. Por un lado los casi 13 millones por un préstamo de 155 millones de euros, y, por otro, 1,5 de una póliza de 15,5 millones. Además, puede tener que asumir el pago de 24,5 millones, cantidad máxima que debería abonar a los tres bancos implicados por el caso Porxinos; así como 23,3 millones en concepto multa de la Unión Europea por el tema del aval que concedió el IVF, y por la que el club ya ha realizado una provisión de 21 millones de euros.

Mientras el club lidia con su complicada situación financiera, los aficionados blanquinegros miran con envidia al Wanda Metropolitano, que consiguió levantarse superando crisis urbanísticas y escollos políticos, y luce como símbolo de la prosperidad, al menos inmobiliaria, del Atlético de Madrid. Los valencianos tendrán que conformarse con celebrar su centenario el año que viene, todavía en el viejo Mestalla, aunque si la venta de terrenos marcha según los planes de Lim, con la vista, ahora sí, en el Nuevo.

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