Los españoles que intentaron 'comprar' Panamá: inversores en el "mini Miami"

Ciudad de Panamá. / Pexels
Ciudad de Panamá. / Pexels

El clima paradisíaco, los tipos impositivos, las atractivas oportunidades de trabajo y los lazos del pasado han convencido a muchos españoles para invertir en Panamá a lo largo de los años. Desde 2005, el Gobierno ha inyectado millones en el sector inmobiliario, atrayendo a grandes inversores que deseaban participar en el juego. Pero tras el auge ha llegado el declive. La publicación de los Papeles de Panamá y el parón económico que sufre el país ha provocado una caída en los precios de los inmuebles... y la rentabilidad que muchos esperaban obtener con sus operaciones no se cumple en estos momentos.

"Cuando yo llegué a Panamá todo se vendía como churros. Ahora la situación es un 'a ver qué pasa'. Animo a las personas a estudiar la posibilidad de invertir en el país, pero solo verán los resultados a largo plazo. Se necesita tiempo", asegura Beatriz Álvarez, una española que trabaja en la firma financiera K&B, a La Información. El mercado inmobiliario logró esquivar la crisis de 2008, pero ahora peligra su estabilidad. Los expertos de Central American Data señalan que "Panamá ha vivido en un ciclo expansivo de 14 años y ahora pasa por un proceso de corrección".

Los residentes españoles en el país centroamericano ya lo están notando. Pedro Gonzalez vive en Panamá desde hace más de 20 años. Llegó con poco, pero supo aprovechar los precios bajos de las tierras en aquel momento. Su trayectoria en el sector inmobiliario ejemplifica el ciclo: vendió una finca en el año 2008 por casi el doble del precio de compra y cuando quiso vender otra este 2019 la rentabilidad era bastante menor. Gonzalez asegura a este diario que "el que no puede aguantar tiene que vender y pierde".

El atractivo de Panamá para los españoles estaba en las hipotecas y la rentabilidad de los alquileres. Los bancos panameños concedían plazos de hasta 30 años para pagar los inmuebles y el precio de los alquileres llegó a estar por encima del 7% del coste del inmueble en sus mejores años (2005-2016). Pedro González afirma que este porcentaje ronda el 4% en la actualidad y que, a pesar de haber disminuido, no es una mala cifra: "Todavía hay ganancia". Los ciudadanos que invirtieron en la construcción de centros comerciales no cuentan con la misma suerte ya que, en el país, aproximadamente el 25% de los locales están vacíos. 

"El mercado es de los compradores", asegura Beatriz Álvarez. Parece que Panamá ya no es el "Mini Miami" o el "Dubái de Latinoamérica" que muchos elogiaban a principios del año 2010. Los expertos estiman que se necesitarán cerca de siete años para comercializar inmuebles con precios superiores a 300.000 dólares con los precios iniciales. Además, hay una sobreoferta en el sector y todo apunta a que "los precios van a caer un poco más". Álvarez recuerda que algo parecido ocurrió en Madrid: "En el año 2000 muchas personas compraban apartamentos en zonas como Lavapies para reformarlos y venderlos por el doble. Esto ahora es impensable. El mercado panameño no ha llegado a ese nivel de crisis, pero sí está en un momento de contención”.

El lujo pierde, pero el sector no quiebra

El sector inmobiliario cuenta con una sobredemanda y el 80% de esta se centra en inmuebles por debajo de 150.000 dólares. ¿Es un problema? Sí, porque refleja la desigualdad en la que se sostiene la economía. Panamá está entre los cinco países más desiguales del mundo, según estudios de la Universidad de Harvard. La precipitada inversión en lujosos pisos, los altos precios alcanzados durante el 'boom inmobiliario' y la baja en demanda de estos la evidencian.

Gonzalez recuerda cuánto le impresionaba ver los contrastes entre los edificios lujosos de la ciudad y la precariedad de los establecimientos y servicios en zonas periféricas. Los esfuerzos de distintos gobiernos por incrementar la calidad de vida de los ciudadanos del extrarradio han derivado en cuantiosas inversiones para desarrollar proyectos para la clase media y baja. Las iniciativas habitacionales con precios menores de 120.000 dólares mantienen un ritmo saludable, pero en los rangos más altos la venta se ha desacelerado.

No obstante, el país mantiene su potencial. Panamá cuenta con lugares citadinos de encanto, playas, desiertos, selva, un volcán... "Todo esto solo se puede potenciar si se trabaja en la economía de forma integral", dice Beatriz Álvarez. La experta destaca que  varios extranjeros invirtieron en terrenos en zonas de difícil acceso ha ce más de 20 años y todavía no tienen forma de llegar hasta allí. ¿Tienen que llevar a los compradores en helicóptero? "Es necesario invertir en servicios para dinamizar el sector", concluye Álvarez. 

Gonzalez cuenta que los expatriados que llegaron a Panamá y se maravillaron con las oportunidades del sector hoy tienen que reducir sus expectativas. Los que se ven en la necesidad de vender ya no saben cómo deshacerse de sus casas... y la clave está en la paciencia. 

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