Home Staging: cómo preparar la casa para evitar bajar los precios de venta

Serena Williams
Serena Williams

"Cuando una persona entra en una casa para comprarla no le gusta que el hogar parezca de otra persona", asegura Jesús Duque de Alfa Inmobiliaria a La Información. El proceso de vender una vivienda es bastante personal, por lo que es importante "despersonalizar los espacios como en los hoteles" para que la persona pueda visualizar su futuro en el inmueble. 

"Al final todas las casas se venden, pero si está bien decorada es más difícil que le rebajen el precio al momento de vender". Es esencial resaltar los puntos fuertes de la vivienda. Una de las recomendaciones es evitar adornos que implican un posicionamiento sobre algún tema. Algo tan sencillo como una bandera del equipo de fútbol contrario puede generar una reacción adversa en cliente. Los muebles pequeños y bien elegidos son la alternativa ideal para no distraer a la persona. 

Muchas veces la primera impresión es la que cuenta. Esto aplica también para la venta de viviendas, por lo que crear una entrada acogedora puede hacer que la persona se enganche con la casa. Esos "no necesito ver más" o "ya me enamore" son esenciales para mantener las riendas de la negociación de la transacción. Invierte tiempo en acondicionar el porche, lavar la puerta, fregar el suelo, reemplazar el pestillo si es viejo y comprar una maceta para adornar el recibidor para impresionar a los visitantes desde el primer momento. El efecto puede incluso lograr que le resten importancia a aspectos menos favorables del lugar. 

Otra táctica para rentabilizar una visita que apunta el experto es reformar o tener impecables los baños y cocina, por ser de los espacios más valorados y utilizados por las personas en el día a día. La iluminación también es fundamental, ya que puede hacer que el espacio parezca más grande, pequeño, viejo, moderno o mal mantenido. A veces "las cosas más sencillas son la clave para cerrar una venta en las condiciones que el vendedor busca" y no sucumbir a las condiciones del mercado o los compradores, que siempre intentarán obtener algún tipo de ventaja. 

Es importante tener en cuenta el tipo de público que está interesado en la casa. Organizar el espacio y armonizar puede hacer la diferencia en la negociación. La presencia de un dormitorio para niños y uno sin este puede cambiar la percepción de los posibles compradores. Si se opta por acomodar uno es clave no abusar en las decoraciones infantiles ni de las tonalidades de moda para que las personas vean espacios para crear. 

A veces los detalles pequeños hacen la diferencia. Persianas rotas, cristales sucios, goteras en los grifos y ventanas difíciles de abrir pueden arruinar una venta. El comprador comienza a enumerar en su mente todo lo que tendría que arreglar en la casa antes de comenzar a vivir en ella en vez de las razones por las que quiere quedársela. Es preciso que no escatimes gastos en solucionar esas pequeñas averías y eliminar las pequeñas humedades y suciedades en las paredes para crear una motivación en el cliente acorde al precio de venta deseado. 

En definitiva, el espacio debe ser acogedor. En el caso de tener una casa sin muebles lograr esto puede ser complicado. Una alternativa, muy recomendable a la hora de tomarle fotos al apartamento para publicitarlo, es utilizar muebles de cartón. No se quedarán ahí para siempre, pero ayudarán a las personas a hacerse una idea de cómo pueden usar los espacios disponibles. Muchas tiendas, como Ikea, los ofrecen o incluso se pueden hacer a mano. Cualquier pormenor puede hacer la diferencia. 

La decisión de comprar una vivienda es un proceso importante, sobre todo por el sacrificio económico que conlleva la operación. La compra tiene un componente racional y otro emocional. En muchas ocasiones el último es más fuerte y con las directrices expuestas anteriormente se puede decorar la casa de una manera que guste al mayor número de personas posible. 

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