Las empresas de cemento del litoral tiemblan ante la caída de la exportación

  • El consumo del cemento en el interior subirá un 10% en 2018 pero el consumo interno no puede con el pinchazo de la venta externa.
El consumo de cemento agudiza su caída al descender un 23,4% en agosto
El consumo de cemento agudiza su caída al descender un 23,4% en agosto

La patronal cementera Oficemen prevé que el consumo de cemento cierre 2018 con un nuevo incremento de dos dígitos, en este caso del 10%, un porcentaje que aunque es ligeramente inferior al registrado el pasado año contrasta con la caída de entre el 15% y el 20 % que estiman para las exportaciones.

El incremento de los costes eléctricos en una industria fuertemente demandante está siendo el principal detonante de la pérdida de competitividad que sufre el sector cementero español en los mercados exteriores, en los que suma ya 11 meses en negativo.

La caída de las exportaciones, que han sido el "salvavidas" para muchas empresas en los peores momentos de la crisis, será determinante también en el empleo dado que algunas plantas, especialmente las del litoral español, dependen en un 65% de las ventas internacionales, según el presidente de la patronal, Jesús Ortiz. En este sentido, ha reconocido que de no haber optado por la venta en otros mercados internacionales, la caída del consumo en España podría haber llevado incluso al cierre de la mitad de las fábricas, en una industria que emplea en estos momentos a cerca de 16.000 personas de forma directa e indirecta.

Además, hay que tener en cuenta que si se compara con otros países, el coste energético en España es un 40% superior al que tienen otros competidores como Alemania y un 25% más caro que el que registra nuestra vecina Francia. Pendientes aún de la ejecución presupuestaria de 2018 y de los posibles efectos que pueda tener el cambio de Gobierno, el presidente de la agrupación de fabricantes de cemento de España confía sin embargo en que el consumo cierre este año con un nuevo incremento impulsado, fundamentalmente, por el tirón de la vivienda residencial.

De confirmarse este incremento, que está por debajo del 11% que registró el pasado año, el consumo de cemento encadenaría dos años consecutivos al alza tras la caída del 3% experimentada en 2016. Sin embargo, estas cifras de consumo están un 75% por debajo de los máximos que se registraron en 2006 cuando, justo antes del estallido de la crisis, el sector registró unas cifras "atípicas", tal y como ha apuntado el presidente de Oficemen.

A pesar de esta "drástica" caída, de las más significativas que ha experimentado una industria, Ortiz considera que no ha habido grandes planes de ajustes en el empleo. En este contexto, la patronal reclama una inversión en infraestructuras que sea razonable a lo que requiere España que, según sus cálculos, debería demandar entre 22-25 millones de toneladas de cemento y no un volumen por habitante que en estos momentos está al nivel de Grecia y de otros países africanos. Por ello, y pese a que está siendo la vivienda residencial el motor del incremento del consumo de cemento en España, Oficemen reclama mayores inversiones en infraestructuras, bien sea hidráulicas, energéticas o medioambientales.

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