Más de dos años después de la venta de Catalunya Banc, el FROB ha decidido comenzar a valorar determinados activos especialmente complicados que no pudieron traspasarse durante el proceso de resolución de la entidad bancaria. Para ello, abrió un proceso de licitación que ha ganado Intermoney Valora Consulting, S.A., cuyas relaciones con el Gobierno actual han estado al borde de la quiebra y que ahora tendrá que revisar, por más de 157.000 euros, 1.061 activos, de los cuales 981 son inmuebles, muchos todavía con remanente hipotecario.
Así, según justifica el FROB en el pliego de licitación, en 2015, se procedió a la venta de una cartera de préstamos de la entidad denominada "cartera Hércules", finalmente adquirida por Blackstone por más de 4.120 millones de euros y que incluía 41.000 hipotecas. Esta operación se estructuró mediante la transmisión de la mayor parte de la cartera a un fondo de titularización de activos (FTA) y que contó con el apoyo financiero del FROB, como autoridad de resolución, mediante la concesión de una serie de garantías al FTA, "conforme es práctica habitual en las ventas de carteras en el mercado", insisten.
Sin embargo, con carácter previo al cierre de la venta de la cartera, se detectaron una serie de activos cuyo traspaso al FTA no era posible y que, por tanto, debían permanecer en el balance de Catalunya Banc. De esta manera, el FROB quedaba obligado a garantizar a Blackstone la ausencia de perjuicio en la entidad, en determinados supuestos, como consecuencia de la modificación del perímetro de los activos a transferir. Entre estos activos que ahora deberán valorarse, se encuentran 35 préstamos con garantía hipotecaria, 45 sin esta garantía y 981 inmuebles procedentes de procesos de adjudicación, muchos todavía con remanente hipotecario.
Préstamos para vivienda habitual
"En su gran mayoría se trataba de préstamos minoristas para la adquisición de vivienda habitual. Se trata de una cartera de baja calidad en la que en muchos casos la garantía fue ejecutada", explican en el pliego. Intermoney deberá, por tanto, contrastar que estos activos se encuentran en las categorías objeto de la garantía, realizar una valoración de los datos económicos relativos a cada uno de ellos y estimar su valor razonable en 2015.
En el caso de los préstamos con garantía, la valoración se deberá hacer "mediante un descuento de de flujos contracturales empleando una tasa efectiva equivalente que refleje el riesgo asociado al deudor y su pérdida esperada, y teniendo en cuenta el valor de la garantía". Para los inmuebles, piden tomar como referencia el índice de precios publicado por el Ministerio de Fomento. Todo ello, por algo más de 157.000 euros, una cifra que, según fuentes consultadas, se haya dentro del precio razonable que se suele pagar por este tipo de trabajos.
Curiosamente, las relaciones del actual Gobierno con Intermoney, a la que han adjudicado el contrato, han pasado por numerosos altibajos en los últimos años. Tras el escándalo de la caída de Banco Madrid, el Ejecutivo culpó al que denominó 'clan Intermoney', especialmente a José Pérez y Soledad Núñez, ambos en el consejo y vinculados al partido socialista. También vinculado a esta compañía estaba Carlos Arenillas, ex vicepresidente de la CNMV, y al que el equipo de Rajoy acusó de estar detrás de la pelea por Endesa y del intento de asalto de Sacyr a BBVA.
Para bordear cualquier posible desencuentro, el FROB ha tomado la precaución de añadir una cláusula que le permite controlar quién estará al cargo de la tarea. "El FROB se reserva el derecho a solicitar a cualquier empresa licitadora información adicional sobre los miembros del equipo de trabajo asignado, a efectos de acreditar la veracidad de la información aportada", concluyen.
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