Los rusos ponen los ojos en Alicante, que aspira a convertirse en la nueva Marbella

  • Cerca del 35% de las viviendas que se han vendido en el último año ha sido a ciudadanos de este país, la mayoría jóvenes de 35 años de media.
La Diputación de Alicante opina que una tasa turística sería "injusta" y restaría "competitividad" al sector
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EUROPA PRESS

Alicante está viviendo un nuevo 'boom' inmobiliario y se ha convertido en la tercera provincia en compraventa de viviendas, solo por detrás de Barcelona y Madrid. La zona tradicionalmente ha llamado la atención de los inversores extranjeros, la mayoría alemanes y británicos. Sin embargo, en los últimos dos años, personas de 125 nacionalidades distintas han adquirido propiedades en la zona, según el Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Alicante.

Entre ellos, destacan los rusos, que han desembarcado en la Costa Blanca atraídos por el clima y el mercado 'prime' en auge, y buscan convertir la zona en su nuevo Marbella. Concretamente, según fuentes del sector, cerca del 35% de las viviendas que se han vendido en el último año ha sido a ciudadanos de este país.

"Los rusos han encontrado un mercado en Alicante que les ofrece las ventajas de Marbella, a la que estaban acostumbrados, pero a precios más asequibles. No es que busquen residencias baratas, pero con el mismo presupuesto para vivienda 'prime' pueden acceder a casas con muchas más prestaciones en urbanizaciones de lujo. Además, es un público más joven, de unos 35 años de media, que ven en Alicante una realidad más acorde a sus gustos y perciben Marbella como el lugar tradicional de veraneo de sus padres. Alicante ha sabido adaptarse a esta realidad y muchos comercios ya rotulan en ruso y tienen empleados que hablan el idioma", comentan fuentes del sector.

Alicante encara así su quinto año consecutivo de crecimiento en la venta de inmuebles. Al ser una zona en la que han primado tradicionalmente las segundas residencias, el estallido de la burbuja se notó más profundamente que en otros lugares, pero la recuperación también se hizo presente primero.  

En 2012, cuando la crisis estaba en su momento más duro, Alicante ya subía un 0,19% su mercado inmobiliario. Un aumento pequeño, pero significativo, si se tiene en cuenta que en 2011 el sector cayó un 13%. Ahora, crece al mismo ritmo que en 2008 y los precios se han incrementado en torno al 10% interanual, lo que sitúa a Alicante a la cabeza del ránking promotor de las tres provincias valencianas, según Aedas Homes.

Marina Alta, a la cabeza

Las localidades costeras de la Marina Alta (Campello, Jávea, Altea, Moraira o Denia) son las preferidas de los inversores rusos y, en consecuencia, en esta zona han visto aumentar un 30% las transacciones respecto al último año, según Engel & Völkers a Expansión, especialmente las propiedades exclusivas con vistas al mar. Este tipo de inversor busca diseños de vanguardia y buenas zonas comunes, con piscina y oferta de ocio infantil, cocinas integradas en el salón y viviendas de un mínimo de cuatro dormitorios, pues suelen viajar acompañados de servicio.

Estas buenas cifras también se han notado en la compra de suelo. Según el Ministerio de Fomento, en Alicante durante el primer semestre (últimos datos disponibles), se cerraron 375 compras de terrenos, un nivel similar al de la era del boom de la vivienda. La superficie adquirida en estas operaciones ha aumentado de los 880.000 metros cuadrados comprados en Valencia y Alicante durante el primer semestre de 2016 a 1,6 millones de metros cuadrados en el periodo que va de enero a junio de 2017. Además, se han inyectado 158 millones hasta junio, un 91% más que en el mismo periodo de 2016.

La calidad de vida de Alicante no es el único factor que impulsa a los rusos a adquirir viviendas en España. En septiembre de 2013 el Gobierno aprobó la Ley de Apoyo a los Emprendedores y su Internacionalización, creando con ella un mecanismo, conocido como el Golden Visa (visados de oro), para atraer a personal cualificado e inversores extranjeros de fuera de la Unión Europea.  De esta manera, quienes realicen una inversión inmobiliaria en España que supere el medio millón de euros accederán casi automáticamente a la residencia. Para los ciudadanos extracomunitarios supone, además, poderse mover libremente por toda la Unión Europea.

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