¿Pisos para estudiantes? La burbuja del alquiler hace que las residencias se llenen

  • Habitaciones por más de 500 euros en las grandes ciudades y la falta de pisos baratos hacen que las solicitudes de plaza se disparen. 
Compartir piso con otros estudiantes
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ISTOCK - Archivo

Llega agosto y, como cada año, el momento de mayor actividad para los estudiantes que deben buscar piso para el nuevo curso. La tarea, ya de por si difícil cada año, se vuelve aún más tortuosa por la presencia de la tan temida burbuja del alquiler. Los precios han subido más de un 10% en el último año y encontrar una vivienda asequible es cada vez más difícil, sobre todo para un colectivo que, en general, no cuenta con ingresos y depende de la unidad familiar. ¿Quién está haciendo negocio de esta situación? Algunas residencias de estudiantes han conseguido volver a colgar el cartel de 'completo' tras varios años en los que llenar sus instalaciones era difícil. El precio, cada vez más parecido, de alquilar una habitación o vivir en una residencia parece tener la culpa. 

Según Idealista, alquilar una habitación en un piso compartido se ha encarecido, de media, un 7% en el último año hasta situarse en los 331 euros al mes en el conjunto de España. La ciudad con las habitaciones más caras del país sería Barcelona con un coste medio de 429 euros mensuales, a los que habría que sumar todos los gastos del inmueble, por lo que la suma total se podría disparar, al añadir la manutención, a más de 700 euros. Justo por detrás de la capital catalana se sitúa Madrid, ciudad en la que alquilar un dormitorio cuesta de media 403 euros al mes.

En cambio, los precios en las zonas universitarias son más altos. Según Uniplaces, una de las plataformas que dedica su actividad al alquiler para estudiantes en España, el año pasado se movieron más de "382 millones de euros en contratos" con una renta media de 546 euros mensuales a los que habría que sumar los suministros y la manutención. De acuerdo con estos datos, el coste por estudiante se elevaría hasta el margen de los 800 euros, el precio medio de una residencia universitaria. 

Por ello, parece que la opción de este tipo de alojamientos gana cada vez más adeptos. Por alrededor de 800 euros, varias residencias de la zona universitaria de Madrid ofrecen una habitación doble con todos los suministros incluidos y pensión completa. Además, estos alojamientos incluyen una limpieza semanal y amplias zonas comunes, más propias de un hotel, como por ejemplo una piscina o gimnasio. Para muchos padres que ven como sus hijos se van a otra ciudad a vivir, la residencia es una de las mejores opciones y el precio es cada vez más asequible.

Algunas de estas instituciones ya han colgado el cartel de completo como hacía años que no ocurría y las listas de espera no paran de engordar. Uno de los casos más llamativos es el de Palma de Mallorca, ciudad en la que, según denuncian algunos usuarios en la red social Twitter, es imposible encontrar una plaza y han tenido incluso que "renunciar a la plaza en la UIB" por no disponer de alojamiento

Los grandes fondos internacionales han sabido ver dónde estaba el negocio y han comenzado a invertir en las residencias. En el caso de España, en el último año se ha producido la entrada de inversores en este ámbito con compras como la de RESA por parte del fondo de inversión de AXA y de CBRE GI por unos 400 millones de euros el pasado mes de septiembre. Lo mismo ocurrió con Global Student Acommodation, que adquirió el pasado mes de junio Nexo Residencias por 180 millones de euros al fondo de inversión Oaktree. Con esta operación, GSA consiguió hacerse con 2.234 plazas para universitarios en los principales mercados. 

¿Unirse para compartir? Misión imposible

Atrás ha quedado ya la idea de unirse varios amigos con el fin de buscar un piso que compartir. La vivienda se ha encarecido más de un 10% en el último año y los pisos de varias habitaciones, en los que pueden convivir tres o cuatro universitarios, son difíciles de encontrar o demasiado caros. Además, cuando parece que todo encaja y por fin se ha encontrado un piso que cuenta con todas las cualidades, la palabra "estudiantes" hace temblar a muchos propietarios. 

En cambio, otros lo han visto como una oportunidad de negocio y han optado por rentabilizar el negocio del alquiler a estudiantes. Adquirir una vivienda para reformar es para muchos una nueva forma de ingresos. Propiedades que en origen tenían dos habitaciones, albergan hasta cuatro cuartos aprovechando las zonas comunes como un dormitorio más. Este es el caso de zonas como Vicálvaro, en Madrid, que al contar con un campus de la Universidad Rey Juan Carlos ve como las viviendas que antes ocupaban familias, ahora se llenan de estudiantes. 

Por ello, viviendas que en su conjunto se podrían alquilar por unos 600 o 700 euros, salen al mercado divididas por habitaciones. De esta forma, los propietarios llegan a obtener el doble de dinero por la propiedad. Pero eso no es todo. El lado positivo del alquiler a estudiantes es la duración de los contratos. Un buen 'casero' puede tener los mismos inquilinos durante los cuatro años que, de media, duran los estudios universitarios. 

Más demanda que oferta

Desde una de las plataformas de alquiler para estudiantes más importantes, Uniplaces, destacan que la demanda de habitaciones en alquiler sigue creciendo y supera ya a la oferta en algunos barrios de las principales ciudades españolas, como es el caso del madrileño distrito de Tetuán o del Eixample en Barcelona.

Mariano Kostelec, co fundador y director de la compañía en España, recuerda que "este incremento hace que en barrios habitualmente más económicos suban los precios, dificultando el acceso de los jóvenes al alquiler" además de que "aunque los barrios dispongan de alojamientos, éstos han incrementado sus precios lo que ha generado una distorsión entre el precio de las habitaciones y la capacidad económica de los jóvenes para alquilarlas". 

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