'Rip Deal', el nuevo 'timo de la estampita' que trae de cabeza a las inmobiliarias

  • Fingen ser empresarios y se prestan a pagar más por el inmueble si el vendedor accede a cambiar billetes de elevado valor por otros más pequeños.
Un 30% más de afectados
Un 30% más de afectados

Las técnicas que utilizan los timadores para aprovecharse de los incautos han ido evolucionando a lo largo de los años. Las nuevas tecnologías y las redes sociales han hecho que el alcance y los medios empleados para las estafas lleguen a límites que, hasta hace poco, eran impensables. Sin embargo, la esencia de los fraudes poco ha variado. Si antes se llamaba 'timo de la estampita', ahora se conoce 'Rip Deal'. Y trae de cabeza a decenas de inmobiliarias.

El 'Rip Deal' es un tipo de estafa inmobiliaria a través de inversores extranjeros, a primera vista, sencilla. Los estafadores buscan anuncios de ofertas inmobiliarias y se presentan ante los vendedores como empresarios solventes que están realmente interesados en el inmueble. A menudo, argumentan que no pueden viajar a conocer la vivienda por motivos de agenda, con lo que intentan que el vendedor interesado salga al extranjero a entrevistarse con el comprador y realizar la operación.

Una vez que la víctima potencial accede a viajar, comienza la verdadera estafa. Se reúnen en sitios lujosos, como hoteles u oficinas, que en realidad son alquiladas. Los delincuentes visten ropa de marca y llevan relojes de alta gama para que la víctima no dude de su alto poder adquisitivo.

Pactan elevar el precio de mercado a cambio de que el vendedor acceda a cambiarles billetes de elevado valor (como dólares, libras esterlinas, francos suizos o billetes de 500 euros) por billetes en euros más pequeños, alegando que en su país es difícil cambiarlos. Los billetes que los timadores muestran son falsos, a excepción de una pequeña cantidad que utilizan para engañar durante la transacción. El trato se cierra y prometen formalizar el pago del inmueble en unos días.

Cuando el vendedor vuelve a España se da cuenta de la estafa. Al intentar contactar con ellos, se dan cuenta de que han cambiado de teléfono, a menudo de prepago, y que la cuenta de email es falsa. "Se han dado casos en los que los estafadores han usurpado la identidad de personas con gran prestigio empresarial con el fin de hacer más creíble el timo", comentan estas fuentes policiales.

Según fuentes policiales, este tipo de timos parecían haber acabado tras la debacle del ladrillo. No obstante, con la recuperación del sector, están volviendo a resurgir con una virulencia inusitada. "En los dos últimos años, las denuncias se han incrementado en torno al 30%. Y no solo por parte de vendedores particulares. Grandes promotoras también han estado a punto de caer en el timo, aunque por confidencialidad no se haga público", reconocen estas fuentes. Sin ir más lejos, el mes pasado se detuvo a un hombre acusado de estafar grandes cantidades de dinero con este método.

5 millones estafados al año

Es dificil dar una cifra exacta de cuánto dinero se tima en España con esta modalidad delictiva, pero estas fuentes estiman que "no menos de 5 millones al año". "Mucha gente opta por no denunciar, conscientes de que, a su vez, ellos han cometido un delito por aceptar dinero en B y pagos en el extranjero, lo que va, entre otras cosas, en contra la ley de prevención del blanqueo de capitales y de la financiación del terrorismo. Además las grandes promotoras no quieren que su prestigio se vea dañado por haber caído en esta estafa, por lo que muchas veces optan por no formalizar la denuncia", continúan.

Para los agentes es fundamental no confiar en nadie que pida pagar en B una cantidad o en divisas extranjeras. "Además, estos timadores suelen operar con prefijos 0033, 0036, 0039, 0044 o similares, y, aunque dicen ser empresarios, sus correos no suelen estar vinculados a las corporaciones para las que dicen trabajar. Lo mejor es hacer todo de forma reglada y no dejarse tentar por el dinero. Nadie da duros a cuatro pesetas", concluyen.

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