El gigante Intel adelgaza un 30% sus ventas españolas tras ‘sacar’ a McAfee

  • El fabricante de microprocesadores declara ingresos de 17 millones, frente a los 26 millones que fijó en 2015, con el antivirus en su perímetro.
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Sus microprocesadores están presentes en muchos de los ordenadores en el mercado. Hoy vale en bolsa más de 190.000 millones de euros. Intel es uno de los mayores gigantes tecnológicos. Pero durante el año 2016 vivió un particular adelgazamiento de su negocio y sus activos en España después de ‘sacar’ de sus cuentas al antivirus McAfee. La filial local declaró un 30% menos de ingresos hasta situarlos en los 17 millones de euros. La compañía no ha recibido ninguna inspección fiscal en los últimos ejercicios.

Intel compró McAfee en 2010 por 5.960 millones de euros. Quería internarse en el terreno de la seguridad informática. Seis años después decidieron vender la mayoría accionarial (51%) al fondo de inversión TPG por 2.760 millones. Esa es la operación que ha marcado el devenir de ese ejercicio para la filial española, con una reducción significativa del negocio: de 26,1 a algo más de 17 millones de euros, según las cuentas anuales recién presentadas en el Registro Mercantil, en las que prácticamente calcó los beneficios netos del año anterior (1,6 millones).

El negocio de McAfee

El negocio del antivirus McAfee ha vivido muchos cambios corporativos en el seno de Intel. En 2015, la matriz británica de Intel fusionaba la filial principal española con la de McAfee. El valor de las acciones adquiridas ascendió, según sus cifras, a 14,5 millones de dólares (11,6 millones de euros).

Apenas un año más tarde, en septiembre de 2016, decidía vender los activos a McAfee Spain, una nueva sociedad creada. Se hizo efectivo el 3 de abril de 2017, pero la realidad es que impactó en las cuentas de 2016 y obligó a reformular las del año anterior.

¿Cuál era el negocio de McAfee en España? Bajo el paraguas de Intel declaró 7,2 millones de euros de ingresos durante el ejercicio 2016, lo que suponía una caída significativa respecto al año anterior. Además era un negocio deficitario: en los dos últimos ejercicios había reportado pérdidas de algo más de 250.000 euros.

La estructura fiscal… y sin inspecciones

Como sucede a muchas de las multinacionales del sector de la tecnología, la filial hace las veces de distribuidor de los productos de las matrices. “La principal actividad consiste en operar como intermediario en la comercialización de productos Intel a los clientes en España”, reconoce en la memoria.

Por tanto, al igual que otros gigantes como Google o Facebook, la totalidad de sus ingresos proceden de las actividades de promoción y distribución que llevan a cabo a otras empresas del grupo. No es, por tanto, el negocio real de la compañía. En el caso de la filial de Intel, casi tres cuartas partes proceden de los servicios prestados a la matriz británica y el resto para la estadounidense.

Pese a su reducida factura fiscal, la compañía sólo ha recibido una inspección fiscal en los últimos diez ejercicios. Fue en 2009, cuando la Agencia Tributaria le obligó a pagar 750.000 euros (con intereses incluidos) para ponerse al día con el Fisco después de investigar el Impuesto de Sociedades pagado entre los ejercicios 2004 y 2005.

800.000 euros en reclamaciones laborales

Más allá del negocio, la compañía ejecutó durante ese año 2016 una provisión de 796.000 euros, que arrancó en el ejercicio anterior. ¿El destino? “Cubrir desembolsos de efectivo como probables por reclamaciones realizadas por trabajadores”, apunta en la memoria. “Dichos desembolsos han sido efectivos [en 2016]”, precisa.

A esta provisión hay que sumar otras reclamaciones de algunos empleados. Se ha estimado una compensación que tendría que pagar de 400.000 dólares. Los asesores legales creen que la probabilidades de éxito es “posible” por lo que no ha registrado ningún pasivo por este capítulo.

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