La compañía tecnológica Intel, uno de los principales fabricantes de microchips del mundo, ha decidido suspender todos los envíos de productos a clientes que estén radicados en Rusia o Bielorrusia como consecuencia de la invasión de Ucrania, uniéndose al cada vez más extenso listado de empresas occidentales que abandonan su actividad en estos países. La empresa ha condenado la invasión y ha indicado que sus pensamientos "están con todos los que han sido impactados por la guerra".
"Estamos trabajando con nuestros empleados en esta situación tan difícil, especialmente con aquellos con lazos cercanos en la región", ha explicado Intel, destacando estar "orgullosa" de lo que sus trabajadores en Polonia, Alemania o Rumanía están haciendo para ayudar a los refugiados. Por otro lado, el fondo de donaciones que Intel ha abierto a través de su fundación ya lleva recaudados 1,2 millones de dólares (1,1 millones de euros). "Seguiremos apoyando a la gente de Ucrania y la comunidad global al llamar al fin de esta guerra y un rápido retorno a la paz", ha apostillado la empresa.
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