El próximo jueves, 11 de mayo, el comité técnico que lleva meses trabajando a nivel comunitario en una propuesta de Ley de inteligencia artificial (IA) para la Unión Europea votará el documento que ha consensuado a lo largo de este tiempo. El texto lleva negociándose desde 2019, pero la irrupción el pasado mes de noviembre de ChatGPT, la aplicación de IA generativa, ha puesto patas arriba el panorama tecnológico a nivel mundial y ha obligado a los legisladores europeos a pisar el acelerador como nunca antes. La 'IA Act', como se la denomina, verá la luz en forma de Reglamento, por lo que se aplicará de forma inmediata en todos los Estados miembro una vez que salga adelante.
Esa aprobación definitiva se produciría a lo largo del próximo semestre, cuando España asume la presidencia de turno de la UE, si bien muy probablemente no entre en vigor hasta 2024, como mínimo. Con ese horizonte en el radar, el Gobierno de Pedro Sánchez se propone hacer de la regulación de la IA uno de los ejes del semestre europeo. Por lo pronto, el Ejecutivo prevé movilizar algo más de 3.000 millones de euros de capital público-privado a través de la Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial, que pretende integrar esta tecnología en toda la cadena de valor.
Con ese objetivo, el plan incorpora una convocatoria de ayudas de Red.es dotada con 105 millones de euros, que están destinadas a proyectos de investigación y desarrollo en IA; otra asignación de 50 millones para las Misiones Inteligencia Artificial, que se centran en la transformación de áreas estratégicas; y ha creado también doce Cátedras Universidad-empresa (Cátedras ENIA) para investigación y desarrollo en esta materia dirigidas tanto al ámbito público como al privado. En el marco de este último programa se movilizarán otros 22,4 millones de euros durante cuatro años.
La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, recordaba esta misma semana que la Unión Europea ya "está a la vanguardia de los esfuerzos para desarrollar un marco regulatorio para la IA". Fuentes de su departamento explican que el Estado asumirá el rol de marcar la línea de innovación en este ámbito en aquellas áreas que considera "estratégicas" y con un "gran potencial a medio y largo plazo". Esa apuesta incluiría un ecosistema nacional de computación cuántica avanzada para la IA y el desarrollo de algoritmos cuánticos para su aplicación a casos de uso reales. Este último es el proyecto conocido como Quantum Spain, al que se han asignado 60 millones.
España, el entorno de pruebas del Reglamento de IA para Europa
Con el respaldo de los fondos Next Generation UE, de los que se han recibido ya tres desembolsos por total de 37.036 millones, España ha lanzado el programa Spain Neurotech, un proyecto para impulsar la neurotecnología que incluye la creación de un centro pionero a nivel europeo con una inversión inicial de 40 millones. A nivel territorial, el programa RETECH IA incorpora otros trece proyectos de especialización regional por valor de más de 258 millones; y relacionado con la transición energética, el Plan Nacional de Algoritmos Verdes (presupuestado con 278 millones hasta 2025) pretende impulsar algoritmos sostenibles desde su diseño. Por último, el Ejecutivo pretende movilizar 8.000 millones de euros de inversión público-privada para impulsar el crecimiento de empresas digitales y la inversión en tecnología innovadora de alto impacto. El objetivo es atraer a fondos internacionales y potenciar el capital riesgo.
En el ámbito regulatorio, que es en el que Europa y otras grandes economías del planeta tratan ahora de moverse con la rapidez suficiente, a nivel nacional se ha creado la Agencia Española de Supervisión de la IA (de carácter estatal), que se ha puesto como meta generar un esquema de evaluación de conformidad de los sistemas de IA de alto riesgo y actuar como una autoridad de vigilancia en este mercado. Nuestro país ha sido el elegido para desarrollar el piloto del sandbox (entorno de pruebas) de IA del Reglamento de la Comisión Europea, de forma que deberá poner a disposición del resto de Estados miembro los resultados que obtenga para que estos puedan aplicarlo.
La carrera contrarreloj provocada por la irrupción de ChatGPT
Según un estudio publicado a principios de año por UBS, ChatGPT ha sido la aplicación destinada al público general que más rápido ha crecido desde su puesta en marcha. Solo en los dos primeros meses tras su lanzamiento acumuló más de 100 millones de usuarios en todo el mundo. Esto es lo que ha hecho saltar las alarmas y ha puesto a trabajar a contrarreloj a los reguladores de todo el mundo. No son los únicos que han dado la voz de alarma. "Los potentes sistemas de inteligencia artificial deben desarrollarse solo una vez que estemos seguros de que sus efectos serán positivos y sus riesgos serán manejables", apuntaba una carta que hacía pública hace solo unas semanas el Future of Life Institute, una organización sin ánimo de lucro que tiene a la fundación de Elon Musk, dueño de Tesla, entre sus principales donantes.
Los expertos y empresarios tecnológicos que firmaban el documento pedían una pausa de seis meses en el desarrollo de sistemas más potentes que GPT-4 desarrollado por OpenAI, la compañía creadora de ChatGPT, en la que Microsoft invirtió 10.000 millones de dólares (alrededor de 8.920 millones de euros al cambio actual) a finales del pasado mes de enero. GPT-4 es la herramienta más precisa creada hasta la fecha para generar textos, resúmenes, traducir y dar respuestas a preguntas complejas, entre otras funciones. El 17 de abril un grupo de eurodiputados que están trabajando en el nuevo reglamento europeo sobre IA publicaron, a su vez, otra misiva en la que coincidían con la carta de los expertos y pedían a los líderes mundiales celebrar una cumbre para debatir el modo de vigilar el desarrollo de la IA más avanzada.
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