Contratos por toda Europa

Irizar vs CAF: la batalla de los autobuses eléctricos se libra entre pueblos vecinos

En el Goierri guipuzcoano, en un radio de apenas seis kilómetros, se ubican las dos compañías que lideran la construcción de este tipo de vehículos en el Viejo Continente, con una cuota de mercado superior al 25%.

Autobuses eléctricos CAF
Irizar vs CAF: la batalla de los autobuses eléctricos se libra entre pueblos vecinos.  
CAF

Entre el número 26 de la calle José Miguel Iturrioz de Beasain y el número 6 de la Calle San Andrés de Ormaiztegui hay apenas seis kilómetros en línea recta. Ahí, en estos dos pueblos vecinos del corazón del Goierri guipuzcoano, CAF, a través de su filial Solaris, y el Grupo Irizar gestionan y se disputan, buena parte del negocio de la movilidad urbana eléctrica europea. Las dos empresas ‘pelean’, casi puerta con puerta, los contratos de buses eléctricos de España y buena parte de Europa, hasta el punto de copar más del 25% del mercado de movilidad eléctrica urbana del Viejo Continente.

En un contexto de apuesta por la descarbonización del transporte público urbano en toda Europa -por cada 1.000 autobuses eléctricos circulando por las calles de las ciudades se dejan de usar unos 500 barriles de petróleo cada día, según Bloomberg–  el mercado de autobuses eléctricos se presenta en pleno apogeo impulsado por las políticas públicas y la disminución de los costes de las baterías. Con ello, el mercado mundial de este tipo de vehículos, según un estudio de Wood Mackenzie, se triplicará para 2025 y, en ese nicho de mercado, es donde se produce la batalla eléctrica entre CAF e Irizar. Una ‘guerra’ en la que saltan chispas.

La batalla o competencia por la excelencia eléctrica entre estas dos grandes empresas, ambas más que centenarias, lo notan sus respectivas localidades, en las que existe un elevado nivel de vida -en los alrededores también hay otras grandes empresas como ArcelorMittal o Indar Ingeteam- y casi, pleno empleo. En Beasain, con 13.938 habitantes y sede de CAF, la tasa de paro es inferior al 7%. Al igual que en Ormaiztegui, cuna de Irizar, donde apenas 40 de sus 1.258 habitantes engrosan las listas del desempleo en el momento actual. Esto contribuye a que todos los años figuren estos nombres entre los municipios de mayor renta 'per cápita' de toda España. Pero las diferencias entre CAF e Irízar, existen y además son significativas. Primero por su origen. Hasta 2018, y desde su fundación en 1917, el negocio de CAF se centraba en el ferrocarril, pero todo cambió cuando ese año adquirió la polaca Solaris, especializada en la construcción de autobuses. Irizar siempre ha estado volcada en el negocio del autobús, aunque hasta hace algunos años únicamente como carroceros. Y las otras dos grandes distancias entra ambas compañías: su forma jurídica y su tamaño.

Construcción y Auxiliar de Ferrocarriles S.A. (CAF) es una sociedad anónima que cotiza en bolsa y que tiene a Kutxabank como máximo accionista con aproximadamente el 14% de sus títulos en posesión. Irizar, por su parte, es una sociedad cooperativa, en manos de sus trabajadores, que en el año 2008 decidió desligarse del Grupo Mondragón. En cuanto a tamaño, si por éste fuera, CAF sería Goliath e Irizar David. El primero cuenta con 4.220 trabajadores y facturó en 2020, pese a la crisis, 2.762 millones de euros, un 6% más que el año anterior. En la actualidad, cuando rindió cuentas ante el mercado sobre los tres primeros trimestres del año, aseguró tener una cartera de pedidos un 11% superior a la del ejercicio anterior, hasta alcanzar los 9.738 millones de euros, y unas ventas en los primeros nueve meses del año de 2.033 millones, de las que alrededor del 35% serían de su división de autobuses. En este sentido, haciendo únicamente referencia al negocio de los autobuses, sus cifras se asemejarían a las de Irizar que, con una plantilla de 2.800 trabajadores, facturó en el año previo a la Covid-19, 750 millones de euros para desplomarse por la pandemia, hasta los apenas 433 millones de euros en ventas en 2020.

Pero este año de 2021 está siendo, sin duda, el de la recuperación del grupo cooperativo y, en gran medida, debido a sus contratos de autobuses eléctricos. En septiembre, la EMT madrileña adjudicó a Irizar un pedido de 30 autobuses eléctricos cero emisiones, con los que ya serán un total de 85 los vehículos procedentes del fabricante guipuzcoano que tendrá en su flota. En julio, Irizar logró uno de los mayores contratos de autobuses eléctricos de Europa para suministrar 113 unidades cero emisiones a París, en los próximos dos años. El acuerdo le permite consolidar su posición en Francia, donde ya cuenta con presencia en Marsella, Estrasburgo, Bayona u Orleans.

La ciudad portuguesa de Guimaraes acaba de contratar esta misma semana con Irizar 43 autobuses, 17 de ellos eléctricos, y nueve cargadores. En julio firmó la entrega de otros 18 autobuses a Berna (Suiza) y Liechtenstein, que se suman a un nuevo pedido de 33 autobuses eléctricos para la ciudad búlgara de Stara Zagora. En el panorama nacional, Zaragoza ha encargado a Irizar 68 autobuses eléctricos, para ponerlos en marcha a lo largo del año 2022, el mayor pedido de autobuses de este tipo que ha habido en España hasta la fecha.

Pero es que el Grupo CAF no se queda atrás y la pasada semana, el 30 de noviembre, fue elegido por la empresa Opérateur de Transport de Wallonie (OTW), operador de transporte público de la zona francófona de Bélgica, para el suministro de 161 autobuses híbridos, así como para el mantenimiento de dichas unidades durante un período de 8 años. Está previsto que los autobuses sean entregados durante el año que viene, siendo el volumen del contrato superior a los 75 millones de euros. En agosto, CAF se adjudicaba contratos por 70 millones de euros en Dinamarca (Aarhus), Estonia y Valladolid para suministrar autobuses eléctricos y de gas natural. El noviembre anunciaba que CAF firmaba tres nuevos contratos para el suministro de autobuses eléctricos en Europa. En concreto suministrará 14 unidades de 24 metros para la ciudad danesa de Aalborg, 30 unidades eléctricas para la localidad italiana de Génova, así como 24 unidades para Barcelona. La suma de dichos contratos es de aproximadamente 45 millones de euros.

En enero COTRAL, que gestiona los transportes públicos de Roma (Italia), hizo un pedido de 80 autobuses eléctricos a CAF-Solaris, por valor de 50 millones, y dos meses después, la firma de Beasain, en el marco de una licitación pública realizada por el Ministerio de Obras Públicas, Desarrollo y Administración de Rumanía, lograba un contrato para el suministro de 123 autobuses eléctricos que tendrán como destino siete ciudades rumanas. El valor total de este último contrato se sitúa en una cifra cercana a los 65 millones.

Tanto Irizar como CAF, que a menudo se enfrentan una a la otra en estos concursos públicos, se autoproclaman los líderes del mercado europeo de la movilidad eléctrica urbana. “Solaris es fabricante y proveedor líder de autobuses eléctricos y trolebuses en Europa. Gracias a su larga experiencia en electromovilidad”, dice CAF. “Con Irizar e-mobility, el grupo aporta soluciones integrales de electromovilidad para las ciudades y los ciudadanos; vehículos (autobuses y camiones) 100% eléctricos cero emisiones, así como sistemas e infraestructuras de carga, tracción eléctrica, y gestión y almacenamiento de energía. Todo ello, con tecnología europea desarrollada en las empresas del grupo, hasta lograr una posición de liderazgo en el mercado europeo”, asegura Irizar.

Dos competidores en un mismo territorio. Una guerra, empresarial se entiende que, además de por Europa, se reproduce en las principales ciudades vascas, embarcadas también ahora en programas de movilidad eléctrica. Y en casa, por ahora, la que parece que lleva ventaja es Irizar. Para muestra, lo sucedido Vitoria. En 2019, Irizar arrebató a CAF, por una diferencia de cuatro décimas en la baremación, el contrato del Bus Eléctrico Inteligente de la capital vitoriana. Trece unidades de autobús eléctrico autónomo por un valor de 43 millones de euros. CAF recurrió y el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco le dio la razón. El ayuntamiento de Vitoria, dirigido por el peneuvista Gorka Urtaran, recurrió al Supremo. Y ahí sigue la causa. Mientras, los autobuses inteligentes de Irizar ya ruedan por la capital de Euskadi. Así es la competencia de estas dos empresas guipuzcoanas.

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