El empresario Jacobo Gordon fue el primero de los 37 procesados por la primera etapa del caso Gürtel que se puso frente al juez. Y fue uno de los arrepentidos que trató de colaborar. El resultado: el amigo y exsocio de Alejandro Agag, yerno de José María Aznar, sale ‘indemne’ de esta sentencia. La Audiencia Nacional le condena a 5 meses de prisión, cuando la Fiscalía Anticorrupción pedía para él en un principio dos años.
Fue uno de los tres arrepentidos, que llegaron a un acuerdo con la Fiscalía para colaborar. Gordon y otros dos acusados reconocieron al inicio del juicio los hechos, “lo que ha servido de importante ayuda para formar el criterio del Tribunal”, tal y como deja claro la Audiencia Nacional en la sentencia publicada este jueves.
El Proyecto Twain Jones, clave
La clave de su imputación y su condena tiene que ver con un proyecto inmobiliario: Proyecto Twain Jones. La sociedad con el mismo nombre, controlada por el propio Gordon y donde también participaba el cerebro de la trama, Francisco Correa, arrancó la construcción de 16 viviendas en la urbanización Monte del Pilar en Majadahonda. De los 5 millones que costó el terreno, el dueño exigió 750.000 en negro, según su relato. Esa cantidad fue pagada por varios de los condenados. Entre otros Guillermo Ortega, el exalcalde de Majadahonda, quien participó a través de la empresa tapadera Sundry.
La empresa Sundry vendió su participación en el proyecto Real Estate Equity Portfolio, en manos también de Cordón y en donde participaron empresarios relevantes como el presidente de Isolux, Luis Delso o el presidente de Teconsa. Hizo constar que se había pagado 252 euros por las 42 participaciones, cuando “en realidad la devolución fue de 150.000 euros en efectivo y la hizo Francisco Correa con el conocimiento y consentimiento de Jacobo Gordon, con la finalidad de ocultar la cuantía y el beneficiario a la Hacienda pública”.
Con todo, Gordon ha sido condenado a 5 meses de prisión -la menor pena de todos los condenados por la Audiencia Nacional- y una multa de 75.000 euros.
La ‘jet’ madrileña
Pero, ¿quién es Jacobo Gordon? Es un empresario muy cercano a Alejandro Agag, con quien compartió amistad desde muy jóvenes -fue testigo en la multitudinaria boda de Ana Aznar, hija del expresidente- y proyectos empresariales como Nakto, una organizadora de actividades de ‘paintball’ fundada en al año 1993 y que no llegó a buen puerto.
No fue la única aventura empresarial que tuvieron juntos. Gordon también participó junto a Agag en Columela Gestión, una sociedad con sede en Sevilla que se dedicaba a la consultoría.
Hoy, el empresario tiene cargos de responsabilidad en más de una decena de empresas. La última creada es Vita Sun Marbella SL y sigue manteniéndose como administrador único en la propia Real Estate Equity Portfolio, implicada en el 'caso Gürtel'.
Ambos no compartían sólo proyectos, sino amistad. Tanto Gordon como Agag -y otros como el propio Alberto López Viejo- formaban parte del llamado ‘clan Becerril’, un grupo de jóvenes vinculados al PP que conformó un ‘club’ político y que se reunía cada cierto tiempo en la localidad Becerril de la Sierra.
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