El consejo de administración de la Sareb, la sociedad creada en 2012 para dar salida a los activos inmobiliarios tras el rescate financiero, ha aprobado por unanimidad el nombramiento como presidente de Javier García del Río, que sustituye a Jaime Echegoyen tras su renuncia al cargo. García del Río se incorporó a la Sareb en febrero de 2020 como director general adjunto al presidente y en octubre del mismo año fue nombrado consejero delegado, puesto que tras su elección como presidente se amortiza.
Ingeniero Industrial por la ETS de Ingenieros de Sevilla, la compañía destaca en un comunicado su amplia experiencia en la recuperación y puesta en valor de carteras de préstamos morosos y activos inmobiliarios. Sus primeras palabras como presidente han sido para insistir en que la Sareb continuará persiguiendo el objetivo de maximizar la capacidad de generar caja y amortizar la deuda avalada por el Estado "con una gestión experta y con eficiencia en el gasto".
Este objetivo económico, ha añadido, debe ser compatible con la utilidad social de la actividad de la Sareb, obtenida a través de la venta a particulares y a empresas industriales de los activos inmobiliarios, y también del desarrollo de colaboraciones en materia de vivienda "asequible y social".
La Junta allana el camino al Estado
Este mismo miércoles también se reunía la junta general de accionistas de la Sareb para aprobar las cuentas de 2020, el informe de gestión y de remuneraciones del consejo y la conversión de 1.430 millones de deuda subordinada en capital. Es dinero sirvió para cubrir parte de las pérdidas de 2020, que ascendieron a 1.073 millones, con lo que los recursos propios de la compañía a cierre de 2020 eran de un capital de 587 millones.
Previsiblemente ese capital se consumirá a lo largo de 2021, lo que resulta clave para que el Estado pueda hacerse con el 100% de la Sareb sin tener que pagar al resto de accionistas, entre los que están el Banco Santander, CaixaBank, Sabadell y Bankinter. Durante su intervención en la junta, el presidente saliente, Jaime Echegoyen, agradeció a los accionistas el apoyo que han brindado a la compañía a lo largo de los siete años en los que ha estado al frente de la Sareb.
Hace ahora tres semanas, Echegoyen anunció su deseo de renunciar a la presidencia de la Sareb "por motivos personales", noticia que llegó en la misma semana en la que Efe publicó que el Gobierno buscaba la fórmula legal idónea para tomar el control del 100% de la compañía, conocida también como el "banco malo", después de incluir su deuda en las cuentas públicas.
Echegoyen, que en 2021 cumple 64 años, fue consejero delegado de Bankinter y máximo responsable de Barclays en España y Portugal, llegó a Sareb como consejero delegado en marzo de 2014 y un año después pasó a ocupar la presidencia en sustitución de Belén Romana, que asumió el puesto desde la creación de Sareb en 2012. En su reunión de este miércoles, el máximo órgano de gobierno de la Sareb ha aprobado también la designación de KPMG como auditor de cuentas desde 2022 al 2024.
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