Deja el ejercicio de la abogacía

José Mª Erauskin, el farmacéutico vasco que reventó el IRPH y ahora va a por el TS

Jose Maria Erauskin y Maite Ortiz
Jose Maria Erauskin y Maite Ortiz
l.i.

El abogado guipuzcoano José María Erauskin va a pasar a la historia como el farmacéutico de Hondarribia (Fuenterrabía) que puso contra las cuerdas a toda la banca española por ser el primero y más efectivo en denunciar el abuso que supuso para muchas familias el uso del Índice de Referencia del Mercado Hipotecario (IRPH) a la hora de contratar sus hipotecas. Él mismo explica que tampoco tuvo que hacer nada extraordinario, más allá de calcular la media simple de lo que se pagaba con ese índice y con los demás (como el euribor) para comprobar que siempre estaba por encima a pesar de que a la gente se le 'vendiera' lo contrario en las cajas y los bancos en pleno boom inmobiliario.

Erauskin no entró en su batalla contra el IRPH hasta 2012, nada más acabar la carrera de Derecho que empezó ya con casi 50 años en 2006, con el único objetivo de ayudar en los dramas sociales y familiares que estaba viendo en los desahucios que se producían en su tierra, en pleno movimiento del 15-M. Ganó los primeros 41 juicios contra ese índice (legal y avalado por el Banco de España) en Guipúzcoa, pasó a Álava y al resto de España y tuvo que lidiar también contra los recursos ante las audiencias provinciales que ponían en duda todas sus iniciativas legales, desarrolladas dese el despacho Abogados Res, de su amiga Maite Ortíz. La cuestión llegó al Tribunal Supremo, que le dio el primer varapalo al fallar a favor de los grandes bancos en 2017, aunque con dos votos discrepantes que abrían la opción a pleitear aún más.

Pero no contaban con que el juez catalán ‘Pancho’ González Audicana lo mandara al Tribunal de Justicia de la UE (TJUE) y abriera la puerta a que el germen de la denuncia del abogado vasco recién licenciado y que se gana la vida con su farmacia llegara a las más altas instancias jurídicas. Tras el informe a favor de la Comisión Europea y la opinión del abogado general de la institución que admite que el uso del IRPH se puede considerar abusivo por su contenido (no solo por si se negoció o no con transparencia), la sentencia del próximo martes puede ser la culminación de una cruzada que se originó en la botica de uno de los pueblos costeros más bonitos del País Vasco, que el letrado cincuentón abrió hace 39 años, tras estudiar farmacia en Santiago de Compostela entre 1975 y 1980 porque en Euskadi no había facultad entonces.

José María Erauskin cogerá su coche particular este lunes y, acompañado de su mujer, pondrá rumo a Luxemburgo para conocer de primera mano la sentencia que tanto anhela, porque “detrás de todo este esfuerzo lo que me sigue moviendo son las situaciones particulares de la gente, que tiene que apretarse porque paga de más a los bancos, en situaciones que a veces son dramas”. Precisamente conoció a su actual pareja en uno de esos desahucios hace apenas cinco años y ahora los dos caminan juntos en ello. “Esto me ha costado tiempo, dinero y hasta salud, porque llegó a ser algo enfermizo que me tenía obsesionado”, admite José María, que durante todo estos años, entre otras cosas, ha tenido que contratar a alguien para que se ocupara de su farmacia en lugar de atenderla él mismo y ahorrarse ese sueldo. “Voy el lunes y vuelvo el martes, y me ha costado más de 300 euros poner el coche a punto”, asegura.

Pero todo va a cambiar a partir de ahora: este mismo domingo Erauskin ha anunciado que deja el ejercicio de la abogacía como hasta ahora la venía haciendo, desde el despacho Res, para dedicarse más a su farmacia y recuperar parte de su vida. Eso sí, no es una huida, es solo un regate, porque continuará con su cruzada contra la Audiencia Provincial de Guipúzcoa y el propio Tribunal Supremo, dado que está seguro de que van a interpretar a su conveniencia y la de la banca la sentencia que salga del TJUE, “como han estado haciendo hasta ahora”.

Yo no soy abogado ni de profesión ni de vocación, solo de ocasión, y no debo seguir con ello como ahora”. A los 62 años y después de lo ocurrido con el IRPH, este hincha del Real Unión de Irún que está aprendiendo a tocar la batería en sus ratos libres, no va a permitir que la aplicación concreta de la sentencia, que debe establecer en España el Tribunal Supremo, se haga también a favor de los bancos y en contra de los particulares. “Mi empeño ahora es meter al Supremo en la cárcel”, repite como un nuevo mantra, después de comprobar como durante todos estos años y a pesar de que la sentencia favorable a los consumidores es casi segura, las audiencias provinciales y el propio Supremo han avalado y certificado la renegociación de muchos casos en beneficio de los bancos.

“Si todo sale como es debido, los afectados deberán tener el derecho a elegir entre declarar nulo el contrato o cambiar a otro índice, según les convenga  y sin imposiciones de los bancos”, asegura. Aunque ya no ejerza con clientes, Erauskin está decidido ahora a denunciar a todas las audiencias provinciales que, como la de Barcelona, no han actuado como una verdadera segunda instancia judicial en defensa de los ciudadanos y han aplicado mal la normativa sobre el IRPH a sabiendas de que era así (supuesta prevaricación), algo que cree que va a quedar demostrado en virtud de la sentencia del TJUE, que puede obligar a rectificar la jurisprudencia del Supremo. “Ahora, fuera del despacho y sin nada que temer y que perder, voy a ir a por ellos por prevaricación”, esa es su nueva cruzada.

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