Ante la junta general de este viernes

El 'proxy' ECGS aplaude que Caixa ajuste el dividendo pero afea que ya haya pagado

  • La entidad redujo en marzo a la mitad la retribución para sus accionistas, limitando el abono a los 0,07 céntimos repartidos en noviembre a cuenta.
Jordi Gual, presidente de CaixaBank
Jordi Gual, presidente de CaixaBank
Europa Press

A la segunda va la vencida. Caixabank celebrará su junta de accionistas este mismo viernes tras cancelar la primera convocatoria, prevista para el pasado 3 de abril, como consecuencia de la pandemia del coronavirus. El consorcio europeo de asesores de voto -proxy advisor-, ECGS, ya ha emitido su informe sobre los puntos del orden del día que se votarán en dicha reunión. En el mismo, la institución aplaude el recorte del dividendo que llevó a cabo la entidad financiera catalana hace apenas unas semanas siguiendo las directrices del Banco Central Europeo pero le afea que lo haya pagado antes de votarlo en junta. Todo ello con el fin de que se eviten riesgos financieros. 

Cabe recordar que la institución monetaria comunitaria y otros bancos nacionales, como el Banco de España o el de Inglaterra, pidieron a las entidades financieras la suspensión del reparto de dividendos y la recompra de acciones -uno de los puntos del orden del día a los que recomienda votar en contra- como una medida de prudencia ante la crisis sanitaria. Por ello, Caixabank -al igual que el resto de bancos de la eurozona- decidió eliminar el pago de la segunda parte de la retribución a sus accionistas con cargo a las cuentas de 2019, debido a que la entidad ya había otorgado a los propietarios de sus títulos una primera parte de 0,07 céntimos en el mes de noviembre. 

Ahora, uno de los puntos del orden del día de la junta que se celebrará a puerta cerrada y por vía exclusivamente telemática este mismo viernes será la aprobación de un dividendo que, pese a ser más reducido que el inicial, ya fue pagado a cuenta. ECGS ha puesto este año un especial foco en la retribución a los accionistas, pero no exclusivamente en el caso de Caixabank, sino en el conjunto de las entidades financieras de la zona euro. Este 'proxy advisor' opera con inversores con carteras paneuropeas y mundiales y es el único asesor apoderado que realiza su labor mediante un enfoque de asociación, aprovechando la experiencia del mercado local. Así, cuenta con expertos en países como Alemania, Suiza, Italia y Francia, además de España. 

Volviendo a centrar el foco en el caso de la entidad financiera catalana que preside Jordi Gual, el citado informe recomienda votar en contra de un total de seis puntos del orden del día, entre los que destaca la ya citada propuesta de aplicación de resultados. Más allá de este, también sobresalen los que tienen que ver con la remuneración del consejo de administración, otro de los puntos de estudio del asesor de voto. En concreto, se trata de los puntos 9 y 13, sobre la política y el informe de remuneraciones de 2019, respectivamente. 

En el primero de ellos se debe votar una nueva política de retribuciones para los miembros del consejo de administración con un periodo de vigencia que va desde este 2020 hasta 2022 al haberse terminado el trienio anterior. En este sentido, los cambios que se incorporan se limitan a un cambio en la ponderación de los indicadores de desempeño a corto plazo, y una cuota fija para los miembros de el Comité de Innovación, Tecnología y Transformación Digital. Si bien ECGS considera "razonable" la retribución variable y aplaude la fijación de este componente salarial por debajo del 200% del fijo permitido -uno de los cambios con respecto a la primera convocatoria de junta-, cuestiona que la remuneración fija del CEO, Gonzalo Gortázar, fijada en más de 2,2 millones, supere significativamente la mediana en los grandes bancos europeos  y en las grandes empresas españolas. 

Métricas de evaluación no reveladas

En el caso del informe anual que recoge las cantidades devengadas para los máximos representantes de la entidad, ECGS también recomienda oponerse en la votación pues considera que, pese a que la remuneración variable y las contribuciones a la pensión son razonables y las provisiones por despido están en línea con las mejores prácticas en España, existe opacidad a la hora de conocer los criterios de evaluación de la parte variable. En concreto, explica que el 50% de las retribuciones anuales dependen de "métricas de rendimiento individual no reveladas", lo que hace que no sea posible evaluar la relación entre el pago y el rendimiento.

Del mismo modo, otro de los puntos a los que el asesor europeo recomienda un voto negativo tiene que ver con la petición de autorización para aumentar capital en un plazo de cinco años. En este sentido, ECGS entiende que la cantidad propuesta -hasta el 50% del capital social emitido- corre el riesgo de diluir excesivamente los derechos de los accionistas existentes. Por ello, ve más adecuado un porcentaje menor, sometiendo a la aprobación de los accionistas cualquier aumento significativo que pueda ser requerido por necesidades corporativas específicas. Además, señala que el plazo de un lustro "nos parece excesivo" y recomienda que este se reduzca hasta los 18 meses. 

Rechazo al nombramiento de García Sanz

Uno de los grandes movimientos que se produjo en la entidad en las últimas semanas fue la salida de Marcelino Armenter, hombre fuerte de Isidre Fainé, del consejo de administración de la entidad al considerar que su puesto en Criteria Caixa podría suponer entrar en situaciones de conflicto de interés. Para ocupar la silla de dominical que dejaba Armenter, el banco nombró a Francisco Javier García Sanz, ex ejecutivo de Wolkswagen. 

ECGS considera que su nombramiento puede llevara a que surjan preocupaciones por la falta de independencia y la sobrerrepresentación del accionista mayoritario. En este sentido, señala que tras la salida de Armenter, Caixabank debería haberle reemplazado por un consejero independiente. Por este motivo, el asesor de voto recomienda a los accionistas que se opongan a este punto del orden del día. 

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