Just Eat ha dado un 'mordisco' importante en el mercado de la comida a domicilio con la adquisición de su rival Hungryhouse. Finalmente, la Autoridad de Mercados y Competencia británica (CMA) ha dado el visto bueno a la transacción, después de que ésta se hubiera retrasado más de la cuenta debido a una investigación en profundidad de competencia.
La CMA ha descartado el riesgo de que Just Eat convierta el negocio de la comida a domicilio en un monopolio al considerar que la aparición de otros rivales como Deliveroo, UberEats o Amazon da forma a una competencia lo suficientemente fuerte. El propio organismo ha apuntado, además, que la anexión resulta positiva también para Hungryhouse, que al tratarse de una compañía más pequeña podía tener más problemas para atraer nuevos clientes en este escenario.
El presidente interino de Just Eat, Andrew Griffith, ha asegurado que la fusión de ambas empresas permitirá ofrecer más beneficios a los restaurantes, al tiempo que brindará la posibilidad de mejorar el mismo servicio y ampliar las opciones que ofrecen a sus clientes.
"Esperábamos esta decisión dados los resultados provisionales favorables publicados por la CMA en octubre", ha señalado Just Eat en un comunicado. Está previsto que la operación se complete el próximo 31 de enero de 2018, y está valorada en 240 millones de libras (269 millones de euros).
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