Desde el pasado día 4 de marzo el movimiento okupa La Ingobernable tiene sede en el número 4 de la calle Alberto Bosch, en Madrid. Un inmueble de ladrillo de 3.ooo metros cuadrados y dos alturas, situado a unos pocos metros del Museo del Prado. Allí, el mencionado colectivo ha montado un centro social autogestionado y ofrecen servicios gratuitos a los vecinos del barrio. Pero su estancia en esta privilegiada zona de Madrid va a ser breve. El Ministerio de Justicia, del que es titular Juan Carlos Campo, ha decidido ordenar su desalojo y les ha dado un plazo de 20 días para hacerlo.
¿Por qué La Ingobernable se ha instalado este edificio? El motivo de la toma de este imponente activo es que el Ayuntamiento les había desalojado previamente del Paseo del Prado 30, donde llevaban más de dos años. El alcalde José Luis Martínez-Almeida había prometido en campaña dedicar el inmueble, que era de titularidad municipal, a una biblioteca o un centro de salud y así lo confirmó el día del desalojo. Pero no ha sido así.
Expulsados del futuro Museo Judío de Madrid
El Ayuntamiento de Madrid firmó a primeros de febrero la cesión del edificio de Paseo del Prado 30 a la Fundación Hispanojudía durante 50 años y crear allí un museo dedicado a la comunidad judía en España. Detrás de esta iniciativa está el exalcalde, Alberto Ruiz Gallardón, y el empresario, David Hachtwell, de Excem Group, ambos patronos de mencionada fundación, y Javier Cremades, presidente del bufete de abogados Cremades & Calvo-Sotelo, que es el secretario general.
Tras el desalojo del edificio de la calle Prado, los okupas de La Ingobernable anunciaron a bombo y platillo que habían encontrado el edificio de la calle Alberto Bosch para seguir realizando su labor. El edificio era el antiguo Archivo Histórico de Protocolos, un inmueble de 1886, de estilo medievalista, vacío desde hace cinco años. Un activo deshabitado pero no abandonado. Según ha podido saber este medio, hay luz, agua y los sanitarios están operativos desde el primer día.
"Más combativos que nunca"
En la página web de La Ingobernable anuncian que en este edificio van a ser más activos y combativos que nunca. Hicieron todo un despliegue de fuerza durante, por ejemplo, la polémica manifestación del pasado 8 de marzo. Alberto Bosch 4 se convirtió en un hervidero de conferencias y talleres. "Los centros sociales son clave para contrarrestar el consumismo sin freno, la mercantilización del ocio y las insostenibles propuestas del sistema", son algunas de sus proclamas. "Promueven la conciencia colectiva sobre situaciones de injusticia, abren espacios de aprendizaje y difusión del pensamiento crítico, tejen redes de solidaridad, y visibilizan formas de vida alternativas. Reivindicamos la recuperación de edificios vacíos para el bien común como una práctica legítima", detallan.
Almeida pidió desde el minuto uno a Pedro Sánchez que lo desalojase, ya que el inmueble no era de su competencia. Al Ministerio de Justicia no le ha temblado el pulso, a pesar del que el colectivo tiene muchos adeptos en la zona por la labor que realizan con colectivos vulnerables. En tiempos de coronavirus, con gran parte de los procesos judiciales paralizados, esta causa sigue su curso. En La Ingobernable viven todo el proceso como una prueba de fuego al Gobierno. "Con esto se pone de manifiesto de que lado están los que nos dirigen", afirman.
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