Ofensiva comercial

Kutxabank anuncia una estrategia más agresiva para continuar independiente

La entidad vasca recoge en su último folleto financiero una serie de tácticas para poder hacer frente en solitario a los nuevos 'monstruos' bancarios desencadenados tras las fusiones. 

El presidente de Kutxabank, Gregorio Villalabeitia.
El presidente ejecutivo de Kutxabank, Gregorio Villalabeitia.
Archivo / Kutxabank

Kutxabank desvela sus cartas. La entidad vasca quiere mantener su bandera de la independencia, pero para ello sabe que tiene que moldearse al nuevo escenario bancario marcado por la intensa consolidación. El grupo presidido por Gregorio Villalabeitia valora poner en marcha una estrategia comercial más agresiva con el fin de lograr una mayor vinculación y ampliar su base de clientes, tratando de acaparar cuota en un mercado cada vez más limitado, según recoge en su último folleto financiero en el que indica los principales riesgos a los que tendrá que hacer frente en el corto y medio plazo. 

Lejos de participar en el proceso de fusiones que se ha visto intensificado este 2021, Kutxabank entiende que una de las fórmulas para batallar entre tanta competencia pasa por mejorar la rentabilidad que ofrece en productos como los depósitos, abaratar los préstamos o, en general, reducir los ingresos por comisiones. Pero además de considerar oportuno el lanzamiento de una ofensiva por el lado comercial, el banco es claro también sobre la dimensión de su estructura. 

La aparición de nuevos 'monstruos' bancarios puede llevar a Kutxabank a enmendar algunas de las decisiones tomadas en los años de bonanza económica, justo antes de que estallara la gran crisis de 2008. Durante esos años, el sector vivió una época de prosperidad y se dedicó a abultar su red como signo de crecimiento. Ahora es consciente de que esas decisiones de inversión pasadas podrían requerir una reformulación. Esto resultaría en el cierre y venta de sucursales, así como en una reestructuración de la fuerza laboral. El grupo, sumando Cajasur, tenía 5.202 empleados a cierre del primer semestre de 2021, contaba con 799 oficinas y 1.659 cajeros automáticos.

Enmendar decisiones de inversión pasadas a través del cierre de oficinas y el recorte de empleo

Esta decisión no sorprendería para nada, puesto que el sector en general ha sido muy intenso este año en el recorte de oficinas y plantilla. BBVA, CaixaBank, Banco Sabadell y Unicaja Banco han adoptado una profunda política de eliminación de costes vía reducción de sus estructuras, abriendo la puerta de los despidos a más de 12.200 personas y bajando la persiana en alrededor de unas 2.900 sucursales. Las fusiones, la digitalización, el cambio de hábitos de los clientes y la rentabilidad han sido algunos de los principales argumentos ofrecidos a sindicatos en las distintas negociaciones. 

Kutxabank relata en el documento que la tendencia hacia la consolidación en la industria bancaria española ha creado bancos más grandes y más fuertes con los que ahora debe competir. Y aquí se ha referido concretamente a las operaciones más recientes, es decir, la fusión entre CaixaBank y Bankia y entre Unicaja Banco y Liberbank. El grupo vasco pronostica que estos movimientos continuarán, fundamentalmente porque el Banco Central Europeo (BCE) y el Banco de España siguen imponiendo nuevos requisitos encaminados a fortalecer el sector, especialmente en lo que respecta a la solvencia y la liquidez.  

La enorme reestructuración sufrida por la banca española ha derivado en un escenario en el que el número de entidades se ha reducido drásticamente, incrementándose de forma muy relevante la concentración del mercado. Solamente los cinco mayores bancos del país acaparaban el 44% del mercado en términos de activos totales en 2008. Poco más de una década después, han aumentado trece puntos porcentuales la cuota que retienen, hasta el 67%, según los últimos datos disponibles en los registros del Banco de España. 

Los cinco mayores bancos del país acaparan el 67% de los activos totales, trece puntos más que en 2008

Pero la competencia no solo llega de sus contrincantes tradicionales. También se establecen como rivales todas aquellas compañías que ofrecen servicios y productos financieros sin ser un banco: las aseguradoras, las compañías de factoring y leasing, empresas como El Corte Inglés en cuanto al negocio de consumo, plataformas de comercio electrónico como Amazon, así como las fintech y las bigtech, tales como Google, Apple o Facebook. Kutxabank cita como adversaria también a la 'banca en la sombra', que son firmas que operan fuera del sistema bancario regulado. 

El grupo vasco reconoce que su estructura de costes, recursos y tamaño pueden ser más limitados que los de algunos de estos competidores, que adicionalmente son capaces de llegar a un mayor número de clientes gracias a su trayectoria operativa, a las importantes inversiones en marketing o a su gran reconocimiento de marca. "Las grandes tecnológicas tienen una gran ventaja competitiva. Encima, los cambios regulatorios, como la Segunda Directiva de Servicios de Pago, favorece la entrada de este tipo de compañías", ha aseverado. 

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