Uvas muy pequeñas, pero de gran calidad. Los amantes del buen vino van a poder disfrutar de una fantástica añada en 2017. Algo bueno tenía que tener la sequía que está sufriendo toda España y que ya ha afectado al stock de agua embotellada o a la subida en los precios de las hortalizas y las verduras al por mayor. En este caso, habrá poco vino pero será de una excelente calidad.
Las condiciones climatológicas para la vendimia han sido del todo inusuales, pues tras un invierno sin mucha lluvia y una primavera bastante calurosa, el verano llegó con unas temperaturas muy altas acompañadas de numerosas tormentas. Esto dio lugar a una maduración temprana de la uva que ha obligado a adelantar la vendimia dos o tres semanas según la zona.
Una de las repercusiones que tiene esto es que aumenta la graduación alcohólica, porque cada grano acumula más azúcar (que es lo que la levadura convierte en alcohol) y puede incrementar la graduación en unos tres o cuatro grados. Además, disminuye la acidez del grano, debido a que el calor reduce la cantidad de ácido tartárico, aumenta el PH y el potasio, lo que deriva en un vino con menor frescor. El equilibrio entre agua y azúcares es óptimo por lo que el resultado es una uva de muy buena calidad en un estado de maduración perfecto.
“El tamaño de la fruta es más pequeña, lo que va hacer que la cosecha de este 2017 pueda ser calificada de excelente en varios puntos de España. La parte mala de esto es que subirá el precio de las botellas y es factible que en algunas Denominaciones de Origen el precio de venta al público se duplique. En el caso de los vinos más económicos es posible que escaseen un poco porque va a ser muy complicado producirlos”, señala Antonio Camacho, presidente de Corporación Vinoloa.
Desde Corporación Vinoloa afirman que la recolecta de la uva se ha reducido hasta un 30% respecto a la cosecha de 2016. Este dato lo reafirma la Organización Internacional de la Viña y el Vino quien ha destacado que la producción en nuestro país ha caído un 15% en comparación con 2016.
El Director general de observatorio español del mercado del vino, Rafael del Rey, habla con un poco más de cautela sobre el momento que vive el sector. “La situación es mala y recuerda a la que vivimos en 2012, pero por ejemplo un año después España alcanzó el récord en la recolecta de cosecha. El problema vendrá si en 2018 se repite la situación climatológica porque ahora vamos a utilizar el stock y seguramente que para el próximo año no quede casi nada”, apunta.
¿La mejor cosecha de los últimos 20 años?
Según explica Antonio Camacho, esta situación de sequía y reducción de la producción afectará a rosados, tintos y blancos por igual. “Esta cosecha puede que sea recordada como una de las mejores en cuanto a calidad como ya pasó en 2004 y 2005”. En estos años, 17 y 16 denominaciones de origen españolas consiguieron la calificación de excelente, según datos de la Conferencia Española de Consejos Reguladores Vitivinícolas.
Rafael del Rey coincide con Antonio Camacho en que la cosecha de este año va a ser muy buena. “Al hacer tanto calor el fruto y la planta no han sufrido ninguna enfermedad por lo que la calidad será excelente. También es verdad que esto conllevará una subida en los precios que yo calculo que estará entre un 25% y un 30% en el origen. En el caso del consumo privado no me atrevo a hacer un cálculo”, apunta.
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