La apuesta "verde" de Repsol desata la especulación en torno a sus activos

  • La compañía que preside Antonio Brufau busca oportunidades en el sector renovable y centra sus planes en el gas como energía de transición
Josu Jon Imaz y Antonio Brufau, CEO y presidente de Repsol respectivamente.
Josu Jon Imaz y Antonio Brufau, CEO y presidente de Repsol respectivamente.
EFE

El petróleo es negocio, pero cada vez lo será menos. Lo saben todas las petroleras, que están haciendo tímidas incursiones en el campo de las energías renovables. También lo sabe Repsol, que prepara un giro estratégico para su negocio, con el gas y la movilidad como ejes. La petrolera que preside Antonio Brufau tiene que presentar un nuevo Plan Estratégico hasta 2020 antes de mayo y decidir cuánto, dónde y cuándo invierte. El previsible cambio de estrategia ha desatado la especulación sobre los activos de la petrolera.

El foco está puesto en la participación del 20% que la petrolera mantiene en Gas Natural Fenosa. El paquete de acciones, valorado en más de 4.000 millones, está en venta desde hace tiempo. Repsol no lo ha ocultado. Lo ha confirmado cada trimestre a los analistas: es una participación "disponible para la venta". Pero sin prisas. La operación se daba por cerrada antes de las pasadas Navidades y sigue abierta. El fondo CVC es el principal candidato para hacerse con el paquete, según ha confirmado la propia petrolera a la CNMV.

No hay prisa, explican fuentes de la petrolera, porque se trata de obtener recursos para invertir en activos más limpios, renovables o, al menos menos contaminantes. El radar de Repsol está activado. Busca oportunidades y tiene sus ojeadores en acción

Accionistas Repsol y GN

 

En la pasada junta de accionistas, el consejero delegado de la compañía, Josu Jon Imaz, adelantó que la revisión de la estrategia de la petrolera se centrará en generar valor "en un entorno complejo y cambiante". La clave será el gas. Un 75% de las reservas de Repsol -1.798 millones de barriles- y un 65% de la producción -449.000 barriles al día- son de gas.

El gas natural, más limpio que el petróleo -aunque no es una energía estrictamente limpia-, tiene precios más estables que el crudo, requiere menor procesamiento y, según el análisis de Repsol, es la energía de transición en el camino hacia una economía descarbonizada.

La pregunta surge sola: si el gas es la energía del futuro más inmediato ¿Por qué Repsol tiene el cartel de venta puesto en su participación en Gas Natural Fenosa? Porque Repsol -sostienen analistas consultados- quiere gestionar, mandar, y no sólo participar. Desde el punto de vista del negocio la operación con más sentido sería la compra de Gas Natural Fenosa por la petrolera. Pero es un bocado demasiado grande (20.000 millones de valor en Bolsa). Más grande si cabe que una hipotética compra de Acciona (4.000 millones de capitalización) para crecer en renovables.

Enemistades e inversiones

Además de obtener recursos para crecer en otras áreas de negocio, existe otra razón para la venta del 20% de Gas Natural. El presidente de Repsol, Antonio Brufau y el consejero delegado de Gas Natural Fenosa Rafael Villaseca no son precisamente amigos. La hipotética entrada del fondo CVC en Gas Natural elevaría al 40% el porcentaje de acciones en manos de fondos activos (GIP tiene otro 20%). Son inversores que quieren acción, caras nuevas en la dirección y movimiento para ganar dinero a corto plazo.

Villaseca, que cumple mandato y contrato en mayo, podría salir de la compañía. Un movimiento bueno para todos. Brufau podría presumir de haber vencido al rival; Villaseca -y su jefe Isidro Fainé-podría atribuir su salida a los fondos y no a Brufau y los fondos tendrían un gesto en línea con sus deseos.

"CVC y GIP no son fondos pasivos, de infraestructuras, que esperan rendimientos vía dividendo para sus inversiones. Quieren movimiento y saben de trocear, comprar y vender. Es así como hacen dinero" sostiene un directivo de una compañía del sector. Es algo que también sabe el Gobierno, muy pendiente del sector desde la atalaya del ministro Álvaro Nadal.

Gas y coche eléctrico

Suceda lo que suceda con las acciones de Gas Natural, Repsol prepara una hoja de ruta marcada por el gas en lo inmediato y por el coche eléctrico en un futuro. Se trata de concretar el plan, desdibujado, que esbozó en 2010 el actual consejero delegado, Josu Jon Imaz. Entonces, se diseñó una división de Nuevas Energías que no prosperó por la drástica caída de los precios del crudo y la digestión de la compra de Talisman Energy.

Ahora, el contexto es otro. La petrolera ha invertido desde 2013 años 350 millones de euros en I+D. En la mirada al futuro, la movilidad sostenible ocupa buena parte de la nueva actividad. Repsol explican fuentes de la compañía, no diferencia entre inversión en tecnología verde o no verde y tiene como líneas de exploración un Laboratorio de Electrificación del Transporte; la empresa IBIL –con el Ente Vasco de la Energía- para suministro de energía en el coche compartido; el proyecto Spain 2017, para impulsar un sistema de propulsión híbrido en el transporte, y la empresa Scutum (15,4%) que trabaja en baterías para motos eléctricas.

La filial refinera Petronor es la punta de lanza. Repsol quiere que la refinería se transforme en una empresa de energía ajustada a las nuevas exigencias. Quiere hacerlo a través del proyecto "Petronor Innovación", con el coche eléctrico y la energía fotovoltaica como pivotes fundamentales. Todo un cambio.

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