La Audiencia Nacional ha dado un respiro al grupo de supermercados Dia en uno de pleitos que mantiene con la Agencia Tributaria por sus impuestos de los últimos años. Ha aceptado el recursos presentado por la compañía de distribución para frenar la liquidación decidida por la Agencia Tributaria. El motivo: las retenciones/ingresos a cuenta sobre rendimientos del trabajo de los ejercicios 2009 a 2011. Y la reclamación, algo más de un millón de euros.
La Audiencia acepta la suspensión, condicionada a que Dia presentara un aval, algo a lo que se había prestado la propia compañía y veía con buenos ojos el Abogado del Estado. El objetivo de la garantía era "asegurar la deuda tributaria derivada del acuerdo de liquidación".
En la sentencia, la Audiencia no entra en el fondo de la cuestión de los impuestos de la empresa dirigida por Ricardo Curras. Sí recoge, por ejemplo, que Dia "razona que el importe de la deuda es elevado y que su ejecución provocaría una situación patrimonial de difícil reparación". Además, añade que "no existe peligro de causar daño al interés público, ya que ha presentado caución".
Dia explica a La Información que el proceso, después de esta decisión de la Audiencia Nacional, sigue abierto. No da más detalles porque, apunta, no entra a valorar las decisiones judiciales.
Disparidad de criterios
Este es un paso más, porque Dia ha mantenido en los últimos años varias discrepancias con la Agencia Tributaria respecto a sus impuestos. A cierre del pasado ejercicio, asumía que la Administración Tributaria estaba investigando su Impuesto sobre Sociedades entre 2011 y 2012 y el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas de ese segundo año. Además, indica que en 2017 "concluyeron las actuaciones de comprobación e investigación relativas al Impuesto sobre el Valor Añadido del ejercicio 2012", pero no desvela cómo finalizaron.
En esas mismas cuentas, la compañía de supermercados asume que contaba con una hucha para hacer frente a "los riesgos derivados de las actuaciones inspectoras de la administración" por valor de 18,2 millones de euros. Provisiones que, a 31 de diciembre de 2016, eran más altas y superaban los 20,7 millones. "Las reversiones incluyen los importes dotados para cubrir riesgos que no se han materializado", reconoce en su informe anual.
Dia ya ha tenido que pasar por caja de la Agencia Tributaria. En 2015, según reconoció en su informe individual de ese año, pagó más de 7 millones de euros como consecuencia de las actuaciones inspectoras sobre su Impuesto sobre Sociedades de 2005. Además, otros 5,8 millones por "riesgos fiscales derivados de la venta de Dia Francia". Un año antes, vendió su división francesa, valorada en 600 millones de euros, a su antigua matriz, Carrefour.
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