Una negociación contra el reloj. El grupo de distribución Eroski está inmerso en un tira y afloja con la banca acreedora, donde están casi todos los grandes del sector financiero español, para lograr refinanciar los más de 1.500 millones que le vencen en menos de un año, el próximo verano.
Una negociación donde sus acreedores ya han puesto las cartas sobre la mesa, al exigir un severo plan de adelgazamiento en el que se plantean desinversiones que cambiarían el perímetro de la compañía, como es la venta de su división de supermercados Caprabo, pero también de activos adicionales, como hipermercados, o pasos atrás en otras divisiones.
Los últimos años ya han conllevado un plan de ajuste para el grupo cooperativista vasco. La raíz de este plan de reestructuración fue la compra de Caprabo justo unos meses antes de que se iniciara la crisis, sin prever el varapalo que iba a suponer para el consumo. En 2007, selló la adquisición de la cadena catalana, para dar el gran salto como uno de los cinco grandes operadores de España, lo que llevó su deuda hasta los 3.800 millones de euros.
Desde entonces, se han sucedido las negociaciones con las entidades acreedoras, lo que ha conllevado desinversiones y ventas (por ejemplo, colocó a Dia una parte de la red de Caprabo, en Madrid) y ha logrado rebajar su pasivo hasta los 2.053 millones que contabilizaba al cierre de 2017. Una cifra que se reparten los grandes de la banca: Santander, BBVA, CaixaBank, Bankia y Sabadell.
Parte de las desinversiones que ha acometido ya han afectado a una parte de su red de hipermercados. Hace dos años pactó el traspaso a Carrefour de más de una treintena de establecimientos, valorados en 200 millones de euros. Ahora, la banca puede plantear un movimiento similar, según indican fuentes conocedoras de las negociaciones. El problema es que la red de Eroski ya está 'adelgazada'.
Al cierre del último ejercicio (aún no ha desvelado al mercado cómo le ha ido en la primera mitad de 2018) contaba con 61 hipermercados. En sus cuentas también indica que a 31 de enero (cuando concluye su año fiscal), disponía de activos disponibles para su venta valorados en 32,5 millones de euros, cuando doce meses antes eran más de 144,5 millones. Así, Eroski tendría que plantearse vender activos que, hasta ahora, ha considerado estratégicos.
Uno de ellos, es Caprabo pero el importe que podría conseguir con un paso atrás en la cadena, que suma 320 de sus 1.280 supermercados, no sería suficiente para satisfacer a los bancos, ya que aspiran a conseguir desinversiones por un importe próximo a los 600 millones de euros y Caprabo supondría algo más de la mitad de esa cifra, según las citadas fuentes. Por ello, al margen de la colocación de los hipermercados, las otras opciones que se barajan pasarían por cadenas de menor tamaño, como su división gallega Vegalsa, sus negocios de deportes, Forum Sport; o la agencia de viajes Eroski.
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