La banca española resistiría en caso de que tuviera lugar una recesión muy profunda y severa que se prolongara hasta 2023. La Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés) ha hecho públicos este viernes los resultados de sus test de estrés, tras los que se concluye que el sector bancario del Viejo Continente mantendría su ratio CET1 por encima del 10% de media en el peor de los escenarios, con un destrucción de unos 265.000 millones de euros de capital.
Volviendo a España, la peor nota la saca Banco Sabadell, cuya ratio de capital caería hasta el 6,54% en una situación de recesión prolongada y muy aguda. Le sigue BBVA, con una destrucción de capital que le llevaría a situar su CET1 en el 8,69%. Banco Santander coloca esta referencia en el 9,31% en el supuesto caso de que se diera el peor escenario planteado. Bankinter sobresale respecto a sus pares españoles. La entidad dirigida por María Dolores Dancausa mantendría un nivel de solvencia del 11,25%, la única por encima de la media europea.
Las pruebas de resistencia de la EBA se lanzaron a finales del pasado mes de enero y sus resultados se han visto la luz seis meses después, si bien la mayoría de exámenes estaban terminados ya desde mediados del pasado mes de junio. La reforma regulatoria global y la reestructuración han dejado unos bancos más sólidos y resistentes, por lo que las autoridades han valorado de forma muy positiva esta nueva configuración.
Los test de estrés de este año han sido calificados por el propio presidente de la EBA, el español José Manuel Campa, de "muy duros". Los bancos han debido de demostrar su solvencia y si las reservas de capital acumuladas en los últimos años son suficientes para cubrir pérdidas y respaldar la economía en tiempos de alta tensión, puesto que se han incluido unos supuestos económicos muy adversos para los próximos años, con caídas generalizadas del PIB en todos los países.
Aunque para el análisis se ha recogido la muestra de 50 entidades, en España solamente se han tenido que someter BBVA, Banco Santander, Banco Sabadell y Bankinter. Este último se incluyó en sustitución de CaixaBank, que se excluyó por estar inmerso en el proceso de fusión con Bankia. Las entidades sometidas a estas pruebas deben dedicar importantes recursos, por lo que se exime a las que están llevando a cabo un proceso de consolidación para que se centren en la efectividad de la operación.
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