Los bancos respiran algo más tranquilos. Basilea III será finalmente menos dura de lo que se podía temer y la nueva regulación cuenta con el beneplácito de los mercados. Los bancos europeos lideran las subidas en los parqués y en el caso de la bolsa española se anotan subidas por encima del 2%.
En España las subidas están lideradas por CaixaBank, que rebota un 2,75%, y Sabadell con un 2,71%. Entre los grandes, destaca Santander con un alza del 1,79% mientras que su eterno rival, BBVA, únicamente rebota un 0,63%
En Alemania Deutsche Bank y Commerzbank avanzan cerca de un 3% mientras que en Francia entidades como Credit Agricole y Société Générale se anotan subidas del 3,5% y 3%, respectivamente. Además, en el EuroStoxx 50 las cinco mayores subidas corresponden a entidades entre las que se encuentran algunas de las citadas junto a otras como Intesa Sanpaolo.
El Comité de supervisión bancaria de Basilea acordó hoy cómo deben calcular los bancos los riesgos que tienen, pero no ha logrado un consenso sobre una nueva valoración reguladora de su exposición a la deuda soberana, por lo que se sigue considerando sin riesgo. Asimismo se pospone tres años hasta 2022 la implementación completa de los requerimientos de capital y otras reglas.
Mario Draghi, presidente del BCE, ha señalado que la mayor parte de los miembros del Comité no quiso ponderar la deuda soberana por riesgo y echaron, de manera involuntaria (o no tanto), un capote a los bancos.
Fue precisamente la deuda soberana de algunos países de la zona del euro la que generó la crisis de endeudamiento en 2010 en la región. No obstante, Draghi hizo hincapié en que únicamente se posponen ya que se implementarán a partir del 1 de enero de 2022 y"harán el marco de capital más robusto y mejorarán la confianza en los bancos".
"Estas reformas ayudarán a reducir la variabilidad excesiva en los activos ponderados por riesgo y mejorarán la capacidad de comparar y la transparencia de los ratios de capital de los bancos", señaló el presidente del Comité de Basilea, Stefan Ingves, que es también gobernador del banco central de Suecia.
Estas modificaciones complementan la fase inicial de las reformas de la regulación bancaria anunciadas en 2010 y no exigen más capital a los bancos para poder absorber pérdidas de lo que se había establecido entonces. El coeficiente mínimo de capital de Nivel 1 se mantiene en el 6% y no se han producido incremento porque muchos bancos se habían quejado previamente de que sería demasiado.
Se quiere que todos los bancos utilicen sistemas de cálculo fiables y que reflejen de verdad los riesgos a la hora de calcular el capital mínimo que deben tener en caso de que para ello empleen sus modelos internos porque compiten entre ellos y, además, crean riesgos para el sistema financiero global si no calculan los riesgos adecuadamente.
Otro de los aspectos importantes de las reformas acordadas es que los bancos más grandes van a tener unos ratios de apalancamiento mayor, de modo que se reduce el riesgo de que se endeuden demasiado. "Ahora que se ha completado la agenda de la reforma reguladora de Basilea III, debemos centrarnos en la importante tarea de asegurar que los estándares se implementan de forma consistente en todo el mundo", apostilló Ingves.
El retraso en la implementación "dará a los bancos más tiempo para desarrollar la infraestructura de sistemas necesaria para aplicar" la regulación, según el Comité. La última crisis financiera puso de manifiesto que el capital de los bancos eran insuficiente, su calidad había empeorado y que muchos estaban demasiado endeudados.
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