El castigo en bolsa de Repsol ha pasado factura a Sacyr. La constructora presidida por Manuel Manrique ganó entre enero y junio 70 millones de euros, el 12,9% menos que un año antes debido, fundamentalmente, al impacto negativo en sus cuentas de los resultados y la evolución bursátil de Repsol, de la que posee el 8% y que restó 18 millones al beneficio neto de la constructora.
En las cuentas remitidas a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Sacyr ha apuntado que, con criterio de prudencia, ha ajustado el valor en libros de Repsol en 1 euro, hasta 8,66 euros por acción, y ha subrayado que la bajada de precios no ha tenido ningún impacto en caja.
Ha recordado que, además, en marzo reestructuró el derivado sobre 25,4 millones de acciones de la petrolera, que en el semestre perdió 2.484 millones de euros por la covid-19 y su impacto en la demanda y los precios internacionales de petróleo y gas.
En el primer semestre del año, Sacyr facturó 2.079 millones de euros, el 3,5% más, e incrementó su resultado bruto de explotación (ebitda) el 10,4 %, hasta 348 millones, a pesar de la crisis del coronavirus y gracias a la solidez de su modelo de negocio, cada vez con mayor peso concesional (77 % del ebitda). A igual perímetro, es decir, descontada la venta de activos como Guadalcesa, plantas energéticas o activos de agua en Portugal, los ingresos crecen el 8 % y el ebitda el 19 %.
Según la misma fuente, el beneficio neto generado por los negocios se duplicó, pasando de 47 a 108 millones, reflejo de la buena marcha de las tres divisiones de Sacyr -Concesiones, Servicios e Ingeniería e Infraestructuras- pese a la covid-19.
Por negocios, el ebitda de Concesiones creció el 5%, hasta 158 millones y el de Ingeniería e Infraestructuras el 21% (94 millones), en tanto que el de Servicios se contrajo el 8%, hasta 15 millones.
"Sacyr ha entrado en la nueva normalidad en casi todas sus actividades (muchas de ellas consideradas esenciales), sin que haya registrado impactos significativos en el periodo. Pese a ello, en el mes de marzo el grupo realizó una provisión de 30 millones de euros con criterio de prudencia ante la incertidumbre de la evolución de la pandemia", ha señalado en un comunicado.
La cartera de ingresos futuros cerró el semestre en 39.445 millones de euros, el 8% menos respecto a un año antes por las desinversiones realizadas. A cierre de junio, la deuda neta del grupo era de 4.528 millones, frente a los 4.315 millones a finales de 2019, un aumento que Sacyr ha atribuido a la actividad inversora de la compañía en nuevos proyectos concesionales.
Las previsiones de tesorería del grupo para 2020 muestran disponibilidad de liquidez sin tensiones, dado que una gran parte de la financiación tiene vencimientos en el largo plazo. Además, se han incrementado de una manera significativa las líneas de crédito disponibles con las que se tienen cubiertos los vencimientos de este año.
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