La ciudad subterránea del Londres del siglo XXI tiene ADN español

  • La red de metro londinense es una de las infraestructuras más grandes del mundo, con más de 400 kilómetros de vías.
La ciudad subterránea del Londres del siglo XXI tiene ADN español
La ciudad subterránea del Londres del siglo XXI tiene ADN español

Si uno pudiese pasear por el subsuelo de Londres con la misma facilidad que pasea por Picadilly Circus o Victoria Street, encontraría una ciudad completamente diferente y casi con los mismos secretos que los que esconde la de la superficie. Las fosas comunes de la peste bubónica, que se remontan al siglo XIV; la red de metro, cuya primera línea se inauguró en 1863; la red de alcantarillado victoriana, diseñada hace más de 150 años o los refugios antiaéreos que se construyeron durante la II Guerra Mundial e incluso un huerto subterráneo en el que crecen verduras gracias a un sistema LED y unos cultivos hidropónicos –sin tierra– que se riegan con el agua que se filtra del subsuelo.

De cómo esa primera ciudad subterránea del siglo XVI ha evolucionado a la actual (el metro, por ejemplo, tiene más de 400 kilómetros) tiene buena parte de culpa la constructora española Ferrovial: Ferrovial Agroman empezó en 2010 a tunelar el subsuelo de Londres para mejora las conexiones de metro de la ciudad, así como la red de alcantarillado y las vías de transporte en general.

Ese mismo año la multinacional española, en un consorcio junto a la empresa británica Laing O’Rourke, se adjudicó los contratos de Crossrail, que aumenta en un 10% la capacidad del transporte ferroviario de la capital británica. El proyecto suponía la construcción 118 kilómetros de infraestructura de oeste a este de la ciudad con unos túneles de 6,2 km de diámetro bajo el centro de Londres, además de las estaciones de Bond Street y Tottenham Court Road. En 2014 llegó la construcción y ampliación de la línea Northern Line y de las estaciones Nine Elms y Battersea, con dos pozos de ventilación adicionales y un túnel de 6 kilómetros con un diámetro de 5,1 metros.

El túnel de Thames Tideway fue el siguiente: una infraestructura en el sistema de alcantarillado de Londres de 7,2 metros de diámetro y 12,7 kilómetros de longitud que permitirá evitar el vertido de aguas residuales no tratadas al río Támesis, frenando además el desbordamiento de la red de alcantarillado. Firmado en 2015 y en pleno desarrollo -se estima que finalizará en 2023-, se trata del mayor proyecto de infraestructura jamás realizado en la industria hídrica del Reino Unido.

El siguiente paso es el consorcio RiverLinx, el adjudicatario de la concesión del túnel de Silvertown, el mayor túnel de carreteras de Reino Unido, que favorecerá el transporte de norte a sur, con dos túneles gemelos bajo el río Támesis. Esta infraestructura supone una mejora en los flujos de tráfico y una alternativa al túnel de Blackwall, donde se estima que los conductores pierden hasta un millón de horas al año para acceder. Cintra participa en el consorcio adjudicatario de la concesión y Ferrovial Agroman participa en el consorcio que se encarga del diseño y de la construcción junto a BAM Nuttall y SK E&C.

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