La CNMC aprovecha el 'impasse' electoral para fijar su futuro modelo regulatorio

  • Someterá a audiencia pública un total de 13 circulares a partir de mayo para ponerlas en vigor entre mediados de septiembre y primeros de noviembre.
José María Marín Quemada, presidente de la CNMC
José María Marín Quemada, presidente de la CNMC
EFE

La Comisión Nacional de Mercados y Competencia (CNMC) no quiere tentar la suerte. Ni esperar a que un nuevo Gobierno electo y asentado en el Parlamento de la nación pueda interferir de una manera u otra en detrimento de las competencias que acaba de otorgarle el Ministerio para la Transición Ecológica a instancias de la Comisión Europea. El llamado 'Supervisor mayor del Reino' acaba de hacer público el calendario de su futuro modelo regulatorio estructurado a partir de 13 circulares que serán adoptadas entre mediados de septiembre y el día primero de noviembre.

El Congreso de los Diputados convalidó el pasado miércoles el Real Decreto-Ley aprobado en enero por el Consejo de Ministros que refuerza los poderes de la CNMC como verdadero organismo independiente de regulación en los mercados de electricidad y de gas. La institución que preside José María Marín Quemada no ha tardado en darse por aludida y tan sólo una semana después ha despachado el nuevo calendario con el conjunto de  disposiciones normativas que formarán el cuerpo de doctrina del futuro marco regulatorio en el sector.

La agenda preparada por la autoridad de los mercados y la competencia está trabajada a conciencia y trata de soslayar cualquier injerencia gubernamental. A tal efecto establece un sistema de regulación a partir de 13 circulares que serán sometidas a audiencia pública a partir del 30 de mayo en unos casos y del 30 de junio en otros. De esta forma, la CNMC se cura en salud haciendo valer el punto de vista del sector sin que ello garantice que los planteamientos y sugerencias de los distintos agentes del mercado vayan a tener cabida en la definición ulterior de las normativas que sean finalmente adoptadas.

Las grandes compañías eléctricas están especialmente preocupadas ante la posibilidad de que la CNMC haga de su capa y sayo, poniendo en revisión toda la metodología de actuación que tradicionalmente ha orientado la gestión en los mercados de electricidad y gas. Las tensiones entre las empresas y el supervisor han sido constantes desde la creación de la CNMC en 2013 pero hasta ahora las entidades reguladas han manejado su capacidad de influencia ante los gobiernos de turno para 'arrimar el ascua a su sardina' cada vez que existía un conflicto de intereses con el regulador.

La disposición del nuevo modelo normativo se va a desarrollar justo en un momento de transición política al nuevo Ejecutivo que surja de las elecciones legislativas convocadas por Pedro Sánchez para el 28 de abril. El calendario electoral se extenderá después otro mes con las elecciones autonómicas y locales que, como es sabido, coinciden también con las europeas el 26 de mayo. La inevitable fragmentación del arco parlamentario en España dará lugar a un proceso adicional de pactos entre las distintas formaciones políticas que lógicamente retrasará la configuración efectiva del futuro Gobierno.

La CNMC va a aprovechar este periodo de 'impasse' electoral para sacar músculo y ha previsto que las 13 circulares sean elaboradas justo al mismo tiempo que los partidos discuten el reparto de poder en Las Cortes y en el resto de asambleas regionales y consistorios municipales. El horizonte del calendario que maneja el regulador establece que las disposiciones más trascendentales sean adoptadas como muy tarde el 1 de noviembre. Este es el caso de la nueva metodología de peajes eléctricos, que constituyen cerca del 40% de la tarifa y que han estado congelados durante los últimos años para evitar tensiones sociales con el recibo de la luz.

De igual modo y también en la misma fecha está prevista la aprobación de los peajes de gas natural, así como la metodología de retribución de las actividades reguladas de transporte y de regasificación de gas natural que afectan directamente a la gestión de Enagás. Un mes antes, el 1 de octubre de 2019, la CNMC quiere poner en marcha el nuevo sistema de cálculo que fijará la retribución de Red Eléctrica, sin duda uno de los principales y más controvertidos asuntos que el regulador tiene que ventilar en su nueva y más amplia función de control y vigilancia del sector energético.

La nueva metodología que determinará los ingresos regulados de Red Eléctrica tendrá en cuenta criterios de eficiencia para garantizar que la construcción de las instalaciones de transporte, así como la operación y mantenimiento de las mismas se abordan de manera homogénea en todo el Estado y al mínimo coste para el sistema. La CNMC advierte además de su intención de controlar el volumen de inversiones que pretende llevar a cabo la compañía, considerando a la vez los costes necesarios para realizar su actividad como empresa eficiente y bien gestionada. En definitiva, un aviso a navegantes que tiene un claro destinatario en Jordi Sevilla como presidente y máximo responsable ejecutivo de la empresa.

  

 

Mostrar comentarios