Tras un año de batallas, propuestas y también de idas y venidas, con consultas entre el Consejo de Estado, la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) y el Gobierno, Competencia ha decidido retrasar la fijación de los peajes de gas y de electricidad hasta 2021. En el caso del gas, el retraso llega a octubre de 2021. En el caso de la electricidad a abril del próximo año. Los peajes, junto con los cargos que fija el Ministerio de Transición, constituyen la parte fija del recibo de la luz. Son determinantes para cuadrar los ingresos y los gastos del sistema.
El retraso, según fuentes de la CNMC, responde a un doble motivo: la ausencia de los nuevos cargos eléctricos -10.500 milllones- que debe fijar el Gobierno y la petición de las empresas de distribución para disponer de más tiempo para modificar los equipos de medida y facturación debido al impacto de la Covid 19.
El retraso en la fijación de peajes, con la actividad económica afectada por el parón de la Covid 19, dará más tiempo para observar cómo evolucionan los ingresos y los gastos en el sistema energético, donde ya se venían advirtiendo posibles descuadres. También dará tiempo al Gobierno para decidir sobre posibles cambios, incluidos los impositivos, cuando está en trámite la futura Ley del Clima.
La nueva metodología para el cálculo de los peajes de transporte y distribución de electricidad introduce la discriminación horaria en todos los peajes y supone una revisión y simplificación de los periodos horarios. Los peajes, en manos de la CNMC desde 2019 ascienden a unos 7.000 millones de euros. Los cargos que deicie el Gobierno ascienden a 10.500 millones.
En el caso del gas, donde ha habido un intenso enfrentamiento entre la CNMC y las empresas a cuenta de las propuestas a la distribución -289 millones menos en media anual-, el retraso a octubre de 2021 conlleva un nuevo envío de la circular para consulta en el Consejo de Estado. No obstante, se mantiene la entrada en vigor de los peajes de regasificación asociados al uso de las instalaciones al 1 de octubre de 2020.
La polémica en torno a las circulares de electricidad y de gas se arrastra desde hace un año. El presidente saliente de la CNMC, José María Marín Quemada aprovechó el fin de los periodos regulatorios en electricidad y gas de seis años para impulsar 14 circulares con las que reformar el sistema energético, bajar los precios de la energía, recuperar competencias y acabar con la sobreretribución de las empresas propietarias de redes-REE y Enagás-. Pero desató una guerra que permanece en el sector gasista, no tanto en el eléctrico.
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